Las estadísticas muestran una merma en la cantidad de estudiantes embarazadas en el sistema público del país durante el año escolar que cerró esta semana, siendo el menor número registrado en los últimos cinco años.

Según datos del Departamento de Educación (DE), este año 2017-2018 el sistema contaba con 151 casos de jóvenes en estado de gestación, lo que significa 68 menos que el pasado año escolar (2016-2017) cuando se registraron 219 menores embarazadas. 

En cambio, para el año escolar 2013-2014 se registró el mayor número de casos de embarazos con un total de 518 estudiantes. Luego, para el 2014-2015, ese número disminuyó sustancialmente a unas 184 jóvenes embarazadas, mientras que para el 2015-2016 volvió a aumentar la cifra a 375 estudiantes en estado de gestación. No es hasta el 2016-2017 que se da una baja con 219 casos y en el 2017-2018 se mantuvo un patrón de reducción con 151 casos. 

Para el doctor Félix Avilés Medina, secretario auxiliar del Servicio de Ayuda al Estudiante del Departamento de Educación, quien trabaja con los programas de trabajo social, consejería escolar y psicología, esta reducción bien pudiera corresponder a dos factores. “Sin duda hay una reducción de estudiantes del sistema de educación pública, ya que muchos puertorriqueños se han ido a los Estados Unidos y eso pudiera ser una variable, pero también la educación en términos de sexualidad que se les da a los estudiantes a nivel de escuela intermedia y superior pudiera ser una pieza clave. Incluso, hay un curso de paternidad y maternidad responsable que los estudiantes desde el décimo hasta el duodécimo grado deben tomar y en una de las unidades del curso se les entrega un bebé electrónico. Los estudiantes tienen que cuidar a ese bebé durante una semana y este pasa por todos los procesos de un niño recién nacido. De esa forma conocen lo que representa la maternidad y paternidad y se dan cuenta que no están preparados ni física ni mentalmente para ser padres”, sostuvo el secretario auxiliar.

Por su parte, la profesora Nilka Vargas Negrón, directora del Programa de Salud Escolar, entiende que esta reducción de embarazos a temprana edad refleja el impacto que ha tenido el esfuerzo de su programa en la conducta de los estudiantes.

“Nosotros estamos conscientes de esos números y se lo adjudicamos a que trabajamos el estándar de sexualidad e infecciones de transmisión sexual. Todos los estudios han demostrado que la falta de conocimiento, actitudes positivas y destrezas pueden llevar a que jóvenes opten por conductas de alto riesgo. Nosotros trabajamos la prevención promoviendo la abstinencia como primera opción, pero siempre les informamos acerca de los métodos para los jóvenes activos sexualmente. También estamos trabajando con prevención de crímenes cibernéticos, “sexting”, entre otros temas. La base está en la educación y yo siempre digo que el silencio enseña tanto como las palabras. Tenemos que hablar con los jóvenes para que opten por las mejores conductas”, explicó Vargas Negrón. 

A su vez, las estadísticas más actualizadas del Departamento de Salud, que datan del año 2016, establecen que en Puerto Rico se registraron 1,029 nacimientos en adolescentes entre las edades de 10 a 17 años. Esta data aglomera a toda la población juvenil de esas edades, tanto del sistema público de enseñanza, como del privado. 

“En este caso las tasas de nacimientos se calculan por cada 1,000 mujeres entre las edades de 10 a 17 años (adolescentes). Por lo tanto la interpretación de dichas tasas sería, por ejemplo, para el 2016 hubo aproximadamente 6 nacimientos por cada 1,000 mujeres de 10 a 17 años”, explicó Leslianne Soto Classs, epidemióloga pediátrica de la División de Madres, Niños y Adolescentes del Departamento de Salud (DS). 

En general, la gráfica suministrada por el DS refleja una disminución en el porciento de nacimientos en madres adolescentes desde el año 2012, cuando se registró un 11.4% de nacimientos en jóvenes de 10 a 17 años, lo que significa que para ese año 11 de cada mil nacimientos eran de madres adolescentes. Para el 2013 fue 10.4% (10 de cada 1,000 mujeres), en el 2014 se redujo a un 8.7% (casi 8 de cada 1,000), en el 2015 fue un 7.5% (7 de cada mil) hasta su mayor reducción antes mencionada con un 6.1% en el 2016.

Para ese año (2016), los pueblos con mayor número de nacimiento en adolescentes fueron grandes ciudades como: San Juan (92), Ponce (49), Carolina (46) y Bayamón (41). Para ese mismo periodo, los municipios con menos o ningún caso de nacimientos en jóvenes de 10 a 17 años fueron: Culebra (0), Ceiba (2), Las Marías (2) y Maricao (2).