Inundado Puerto Rico de gomas “indocumentadas”, introducidas al país por importadores sin licencia para poder mercadear el producto en la Isla.

Puerto Rico se viene transformando en un verdadero paraíso de gomas, que comienzan a venderse en lugares no tradicionales, como ranchones junto a otros negocios, en fincas, al lado de friquitines y hasta en marquesinas, denunció el portavoz de un grupo de importadores bona fide, Primo Delgado, dueño de World Wide Tires, una de las compañías distribuidoras de neumáticos más grandes del país.

En los “kioscos” y en los negocios más pequeños se está vendiendo principalmente la goma china, que es hasta un 30% más barata que las americanas, indicó el portavoz de los importadores.

El boom de las “chinitas” se disparó a partir de septiembre, a raíz de que el presidente Barack Obama quitara la protección tarifaria que protegía la industria de los Estados Unidos.

“Los chinos son locos con el mercado puertorriqueño… Las gomas están entrando con permiso de Transportación federal, pero muchas de esas gomas no tienen garantía porque las están distribuyendo, no son negocios legítimos”, indicó el también dueño de Sabana Tire y Bayamón Tire.

El importador advirtió que los consumidores tienen que cuidarse también de no dejar que cualquiera les monte las gomas. No todo el mundo lo hace bien.

Los aros de los carros más modernos vienen con una pequeña computadora que mide la presión de los neumáticos, la señal se le envía al automóvil y eso hace que un trabajo que parece sencillo sea mucho más delicado.

Se estima que el mercado chino está copando el 70% de la venta de neumáticos de la Isla.

“Hasta mediados de mayo, más de la mitad de los importadores de gomas no tenían la licencia que expide la Junta de Calidad Ambiental (JCA) y eso incluía a las grandes cadenas americanas”, dijo Delgado, quien aseguró que ahora mismo en Puerto Rico “hay más gomas que las que se pueden vender”.

El 20 de mayo, la JCA tenía registradas 39 compañías con la licencia.

Esa lista se comparó con el informe de importaciones internacionales que se le entrega a Aduana federal (el detalle lo publica Import Genius) y el pareo desveló que 17 empresas –solo para esa fecha– no aparecían registradas en la Junta. No aparecían incluso muchas de las megatiendas.

La licencia es importante para la JCA, para saber cuántas gomas entran a la Isla. Por culpa de los “listos”, esa información se pierde y la consecuencia es que el manejo de la goma usada queda al garete.

La Ley 135 de 2011 es clara al advertir “que se prohíbe la importación o manufactura de neumáticos con propósitos de hacer negocios en Puerto Rico sin contar con una licencia de importador”.

Hacienda vino a prohibir que los importadores sin licencia levantaran sus cargas de neumáticos –no estaban requiriendo el documento– el pasado 30 de mayo. Así consta en un memorando suscrito por la nueva directora del Negociado de Impuesto al Consumo, Sara S. Vázquez.

La titular de Hacienda, Melba Acosta, dijo que esa división estuvo sin director y que nombró a Vázquez hace un mes.

Delgado le había requerido a Hacienda una solución al problema el pasado 13 de mayo y también se radicó un recurso de mandamus.

Obtener una licencia de importador requiere de un escrutinio estricto, que incluye entregar, entre otros documentos, una certificación de radicación de planillas de contribución sobre ingresos de los últimos cinco años, certificación negativa de deudas con Hacienda, certificación negativa del CRIM, de good standing , además de pagar $2,000 por el documento.

Tras el memorando de Hacienda, el número de importadores con licencia aumentó a 66, informó la presidenta de la JCA, Laura Vélez, y se estaban recibiendo más solicitudes.

Primera Hora insistió en conocer si a estos importadores se les cobró el arbitrio de reciclaje que estos tienen que pagar por la mercancía y la respuesta de Hacienda fue que no les constaba esa información.

El Gobierno cuenta con un fondo para garantizar la disposición de todas las gomas desechadas, que se nutre del llamado arbitrio de reciclaje, fondo que estuvo en precario en los últimos años.

La crisis con el recogido de gomas usadas llegó al extremo de que durante los pasados tres meses la recolección se paralizó.

El transportista y exportador de gomas Samuel Morales Vega, de Christ and John y Gomas Natan –que recoge el 85% de todas las gomas desechadas en Puerto Rico– informó que su empresa comenzó a recolectar gomas hace tres semanas porque llegó a un acuerdo con Desperdicios Sólidos para que comience a pagarle una deuda vieja de $4.4 millones.

El problema con el recogido de gomas comienza a regularizarse también porque la JCA estableció temporalmente un alza en la tarifa de pago a los exportadores. Además, abrió dos centros de acopio.

“Si el este viernes no comienzan a pagar, paramos el recogido”, advirtió Morales Vega, pero la presidenta de la JCA dijo que a Christ and John se le está pagando por el recogido reciente, que la otra deuda está bajo revisión de Justicia.

La mayor parte de las gomas desechadas salen al extranjero, ya que aquí solamente queda una estación de uso final del producto: Cemex.

La compañía Softcape, se indicó, está al borde de la quiebra.

El presidente de la Comisión de Recursos Naturales del Senado, Cirilo Tirado, dijo que el Gobierno tiene que resolver el problema de las gomas y que debe establecer una industria para su reciclaje, que el Gobierno mismo la administre.Indicó que no se puede depender del mercado de reciclaje del extranjero y, luego que la industria estatal esté solida, podría pasar a manos privadas.

Tirado señaló que en la Legislatura no se está considerando un alza en la tarifa que pagan los importadores por las gomas que entran al país.

Lo barato sale caro

Las gomas traídas ilegalmente tienen un precio accesible, pero no el respaldo de nadie que te dé garantía o crédito si se daña, que la arregle adecuadamente o que te la cambie por otra.

Son mas dulces para que les salgan chichones, y eso provoca que el carro tiemble y sea más difícil mantener el control, lo que a su vez te puede causar un accidente o puede dañar partes mecánicas del carro.

No son tan resistentes y, ante la gran cantidad de hoyos en las carreteras, es más alta la probabilidad de que se revienten.

Se desgastan más rápido. Sobre todo, cuando la carretera está mojada, el carro va a resbalar o flotar, y ahí viene el peligro de dar vueltas y tener un  accidente grave.

Si la goma no funciona bien, terminará dañando  el tren delantero.