Bernie llegó al albergue de animales de Guaynabo (The Human Society of Puerto Rico) hace un año con el resto de sus hermanitos. Era tan solo un cachorro con algunas semanas de nacido. La organización sin fines de lucro logró la adopción de todos los perritos, incluyendo la de Bernie. Sin embargo, su guardiana apareció recientemente al albergue, y lo devolvió luego de haberlo tenido bajo su cuidado un año. El PitBull negro ahora se encuentra esperando por un alma noble que lo adopte. Mientras tanto, sufre de una ansiedad terrible, pues él no sabe lo que es estar enjaulado. Se acostumbró a la libertad. Bernie es uno de muchos animales que no cuentan con un hogar tras ser abandonados por sus guardianes luego del paso de María.

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Entre la incertidumbre y la desesperación, miles de puertorriqueños se han ido de la Isla tras el embate del fenómeno atmosférico, y han abandonado sus mascotas.

Ese es el panorama que confrontan, en la actualidad, la mayoría de los albergues de animales en Puerto Rico, que apenas tienen espacio para albergar “estos nuevos casos”.

Los activistas de derechos de los animales, rescatistas y voluntarios, piden a gritos ayuda, consideración y compasión ante la situación. Son cientos los perros y gatos que han quedado sin hogar luego de que sus guardianes se marcharan del País sin llevárselos.

De acuerdo con Maritza Rodríguez, directora ejecutiva de Human Society of Puerto Rico, gran parte de las personas que han ido a dejar sus mascotas en los albergues, han ofrecido como explicación que donde se mudarán en Estados Unidos no admiten animales. Otros aseguran que en su nuevo hogar no cuentan con el espacio para tenerlos.

La lluvia y los vientos que trajeron Irma y María afectaron la infraestructura de muchos albergues. Al día de hoy, ningún albergue tiene servicio eléctrico, y otros no tienen ni siquiera agua. La mayoría de los refugios intenta operar con generadores.

Este diario constató por ejemplo, que el Centro de Control y Adopción de Animales de San Juan no está operando al momento. Empleados y voluntarios del lugar informaban al público que llegaba al refugio, que proyectaban abrir sus puertas en dos semanas.

“Nos dijeron que están atrasados porque no tiene luz y no les ha llegado suministros de vacunas”, comentó al ser abordado por Primera Hora, Josué Torres, vecino del Residencial Nemesio Canales, en San Juan. Josué llegó al albergue para que vacunaran su cachorro, Targaryen.

“A mí me dijeron que viniera entre días para ver si ya estaban ofreciendo servicios”, expresó por su parte, Nicole Aguiar, residente de Cupey. Nicole también había llegado al refugio para vacunar a su mascota Wicky.

El albergue de Guaynabo (Human Society of Puerto Rico), de otra parte, sí está operando. Sin embargo, el refugió se inundó ayer (lunes) a causa de las fuertes lluvias.

Ante el panorama, el personal del refugio se vio obligado a desalojar las mascotas. La alcaldía del municipio puso a disposición del albergue la cancha de Bello Monte para acomodar a los animales en “kennels”, en lo que un grupo de voluntarios y personal del albergue sacaban el agua que llegó a cinco pies de altura.

No es la primera vez que el albergue de Guaynabo confronta esta situación. En el 2012 también sufrió daños por una inundación. Pero la de ayer fue peor. El personal del refugio necesita cloro, repelente de mosquitos y voluntarios para poner el albergue nuevamente en condiciones de trabajo.

“Activamos nuestro protocolo de desalojar. Nuestros animales estaban seguros, pero aquí había personas con sus mascotas, y otros animales en sala de operación”, contó Rodríguez.

La directora ejecutiva de Human Society of Puerto Rico explicó que The Human Society of the United States ha centrado esfuerzos para trasladar cientos de animales de los albergues de Puerto Rico a Estados Unidos.

“De nuestro albergue ya se fueron 200 animales a Estados Unidos con la ayuda de The Human Society of the United States. Ahora tenemos 78 nuevas mascotas en el albergue y otras 70 en hogares temporeros, eso sin contar las 200 mascotas que están en lista de espera para ser refugiadas aquí”, detalló Rodríguez.

La directora del albergue de Guaynabo confirmó que la mayoría de las nuevas mascotas que han llegado al refugio eran de dueños que se fueron a vivir a Estados Unidos. Agregó que las 200 que están en lista de espera, también son de familias o guardianes que se mudarán de la Isla.

“Lamentablemente son excusas. En Estados Unidos la gran mayoría de los estados son ‘pet friendly’. Pero nada tenemos que manejar eso, porque somos los procuradores de estos animalitos. Si no los atendemos los van a tirar dondequiera”, manifestó Rodríguez.

Actualmente, The Human Society of the United States está sufragando los gastos de traslado de las mascotas de los albergues de Puerto Rico a Estados Unidos. Los animalitos están llegando al St. Hubert’s Animal Welfare Center en Nueva Jersey y de ahí son trasladados a distintos albergues para ponerlos en adopción.

“Desde el paso de María, cerca de 1,000 mascotas han sido desalojadas de la Isla gracias a los esfuerzos de The Human Society of the United States”, reveló Yolanda Álvarez, directora del Human Society of the United States en Puerto Rico.

“También hemos distribuido más de 90 mil libras de comida a distintos albergues y organizaciones, y tenemos a un grupo de veterinarios ayudándonos. Ahora están en Vieques”, informó Álvarez.