Con la esperanza de que su voz sea escuchada por el nuevo liderato político del país, el exconvicto Juan Rolón Rivera inició hoy un peregrinaje que le llevará, a pie, desde Morovis hasta el Capitolio para concienciar sobre la falta de oportunidades para las personas que se han rehabilitado tras pasar por el sistema correccional de la Isla.

Los delitos de Rolón Rivera datan de 1984 y 1989, pero aún permanecen en su expediente porque no cuenta con los recursos económicos para contratar un abogado que lleve la petición ante el tribunal, una solucitud a la que tienen derecho los exconvictos cinco años después de haber extinguido la sentencia. Previamente, ese periodo era de 10 años.

"Yo entiendo que no tiene que ser un tiempo específico, sino que se evalúe cada caso de manera individual", dijo Rolón Rivera a este medio mientras caminaba hacia el casco urbano del municipio de Morovis, donde reside.

"Yo voy caminando para hacer un poquito de conciencia para ver si se legisla para que una persona no tenga que esperar, dependiendo de la sentencia y los delitos, que no tenga que esperar cinco años para poder borrar el récord de antecedentes penales", agregó el hombre, sentenciado por delitos de apropiación ilegal agravada y violaciones a la Ley de Armas.

Como parte de su rehabilitación, Rolón Rivera recibió tratamiento en Hogares Crea y terminó un bachillerato en trabajo social en 1999, del que se graduó con honores, pero no logró conseguir trabajo debido, precisamente, a que el certificado de buena conducta que le solicitaban, contenía la información sobre su convicción.

"Eso me llevó a tener una recaída. Ahora llevo cuatro años que estoy fuera de la adicción, pero dondequiera me piden el récord", indicó.

A pesar de tener un bachillerato, Rolón Rivera tuvo que dedicarse a vender agua y luego a descargar camiones hasta que se lastimó los discos de la columna vertebral. "Ahora estoy desempleado, casi incapacitado", indicó.

Pero los golpes que ha recibido en su intento por superarse no han logrado aplastar su deseo de un mejor futuro para él y otras personas. Por esto, intenta llamar la atención sobre la necesidad de atajar el estigma que marca a los exconvictos, dándoles la oportunidad de borrar los delitos que manchan sus expedientes de buena conducta en menos tiempo.

Por esto, culminará mañana su caminata en el Capitolio, con la esperanza de poder presentarle la situación al gobernador electo, Alejandro García Padilla, al liderato legislativo o algún ayudante.

 Mañana, martes, será la toma de posesión de García Padilla en las escalinatas de la Casa de las Leyes.