Diez pacientes que contrajeron la bacteria Acinetobacter en la Unidad de Cuidado Intensivo del Hospital de la Universidad de Puerto Rico en Carolina murieron entre abril a julio de este año.

El secretario de Salud, Francisco Joglar Pesquera, y la infectóloga, Haydeé García, confirmaron las muertes ayer, pero alegaron que los pacientes fallecieron por “múltiples complicaciones” y no a consecuencia de la bacteria “multiresistente”.

Joglar dijo que en ninguno de los fallecidos se encontró la bacteria en el torrente sanguíneo.

“Las diez personas no mueren a causa de esta bacteria. Las personas que se admiten a una Sala de Intensivo son de cuidado crítico y se mueren por su condición primaria, pero colonizados por la bacteria. La bacteria no se encuentra en sangre, ni en orina. Está en áreas expuestas, como garganta, esputos y recto”, indicó la doctora García.

Dijo que los pacientes tenían septicemia y shock séptico por otras bacterias. “En la vida no se puede asegurar nada, pero tenían infarto cardíaco, fallos renal, hepático y acidosis por diabetes, entre otros”, dijo García, para agregar que por sus condiciones “probablemente” iban a morir.

Joglar atribuyó el contagio a falta de medidas de higiene. Dijo que las primeras cuatro muertes ocurrieron a finales de abril y que se cerró la unidad por 48 horas para limpiarla, pero volvieron a registrarse nuevos contagios.

Explicó que después se volvió a cerrar y optaron por solicitar la supervisión del Centro para el Control de Enfermedades (CDC) de Atlanta.

Joglar precisó que actualmente la unidad está cerrada, pero los servicios se ofrecen de forma temporera en otra área. De cualquier forma, siguen en vigilancia. “La bacteria está controlada para futuras intervenciones. Como resultado de las medidas bajo este tipo de vigilancia se logró eliminar la recurrencia de cultivos positivos”, sostuvo.

Sobre la posibilidad de que sean objeto de demandas, dijo que “esas son conclusiones de cada caso, la responsabilidad nuestra es asegurar que la situación se controle”.