La lucha por la defensa de los recursos naturales se sumó este domingo a los reclamos de libertad para el preso político puertorriqueño Oscar López Rivera, cuando unas 33 ambientalistas participaron de la manifestación 33 x Oscar, en el puente Dos Hermanos, en San Juan.

La consigna fue firme: “luchamos por el ambiente y por Oscar en el puente”. De esta forma, las defensoras ambientales se unieron a los cientos de féminas que cada último domingo de mes se reúne en el puente con la esperanza de que el pedido de libertad para el líder nacionalista llegue al presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

“Ninguna lucha puede darse aislada de la necesidad del reclamo de que se respeten los derechos humanos. Luchamos, como dijera Oscar, por amor a la justicia y a todo aquello que representa y hace posible la vida. Esa es la razón detrás de nuestra lucha”, expresó Wanda Ivelisse González, portavoz de las Mujeres Ambientalistas del grupo comunitario Toabajeños en Defensa del Ambiente.

González, comenzó su mensaje citando a López Rivera en una de las cartas que el confinado político le escribiera a su nieta, Karina, titulada “La razón de toda lucha”.

En la misiva, dijo, el confinado exhorta a su nieta a amarse a sí misma y a su familia “a tus compañeras y compañeros, a la tierra, al mar, a la libertad, a la justicia, y a todo aquello que represente y haga posible la vida”.

“Son precisamente todos amores los que en esta tarde nos traen hasta aquí, a este grupo de mujeres de Toa Baja comprometidas con el medioambiente, a unirse a otras mujeres que reclaman la excarcelación de Oscar López Rivera, porque son esos amores los que definen la verdadera lucha ambiental”, afirmó la portavoz.

Como cada último domingo de mes, las féminas en el puente corearon estribillos alusivos a la lucha por la liberación de López Rivera y ondearon banderas de Puerto Rico, así como una gigantesca con su rostro impreso. Al entonar los coros, la mayoría saltaban entusiasmadas frente a la Bahía de San Juan.

Aunque se esperaba, que López Rivera llamara desde prisión para comunicarse con algunas de las mujeres, como suele hacerlo cada último domingo de mes, esta vez no ocurrió.

La hija del prisionero político, Clarissa López indicó que no siempre puede comunicarse por órdenes de la misma prisión. Esta sería como la tercera ocasión que su llamada no se produce durante la acostumbrada actividad.

López Rivera suele hablar con las manifestantes para darles las gracias por acompañarlo en la batalla por su excarcelación y para hablarles sobre algunas de las cosas que extraña de Puerto Rico y que lo mantienen esperanzado de reencontrarse con ellas pronto.

“Estoy esperando que mi papá llame, pero a veces el tiempo nos traiciona. Él estaba muy entusiasmado con hablar con algunas de las ambientalistas. Tenemos hasta las 4:33 p.m. para que entre la llamada”, señaló Clarissa antes de que concluyera la manifestación, y al agradecer a las ambientalistas por su apoyo.

La actividad concluyó como siempre, con las mujeres de frente a la bahía, mientras entonan La Borinqueña Revolucionaria, de Lola Rodríguez de Tió.