La baja en la tasa de natalidad y los patrones de migración en la Isla provocan que cada día sean menos las mujeres embarazadas, y los menores hasta los cinco años de edad, quienes se beneficien de los fondos del Programa Especial de Nutrición Suplementaria para Mujeres, Infantes y Niños (WIC en inglés).

“Desde el 2010, con el cambio poblacional, la matrícula empezó a bajar; la gente empezó a migrar, empezaron a nacer menos”, indicó Jeanette Canino, directora ejecutiva de WIC en Puerto Rico, al sostener que de unos 200,000 participantes, ahora hay 109,912.

El paso del huracán María “aceleró ese descenso natural que llevábamos. Había una proyección que en el 2025 íbamos a estar donde estamos ahora. Desde septiembre estamos bajando, pero en junio empezamos a subir”, indicó.

Precisamente, para concienciar a las mujeres de la importancia de recibir los servicios, hoy estrena la campaña “Yo, soy WIC”, a difundirse a través de diversos medios de comunicación y en la que cinco participantes brindan testimonios sobre su experiencia y cómo ha beneficiado a sus familias.

En la campaña, preparada por el Departamento de Salud, se presentan mujeres reales y por eso está la deportiva, la profesional, la que es ama de casa, la estudiante y la mamá moderna.

Las madres fueron seleccionadas entre 450 participantes que respondieron a la convocatoria que hizo WIC a través de Facebook.

“Sabemos que hay personas que, potencialmente, pueden participar y para eso es esta campaña; para que se identifiquen con cada una de las madres…”, sostuvo Canino al agregar que “queremos cambiar el estigma de que esto es para ciertos grupos”.

Aprendieron a cuidarse y a cuidarlos

Génesis Zoé Pagán, de ocho meses de embarazo, es una de las participantes del WIC quien, además de mencionar la ayuda económica, también resaltó los beneficios “en cuestión de saber qué debes comer, cómo lo debes consumir y las porciones (a consumir). Es que tienes nutricionistas que te evalúan…”, dijo la estudiante graduada de enfermería y en vías a revalidar.

El futuro papá Álvaro Abreu, esposo de Génesis, quien conocía poco de WIC porque es dominicano, estuvo en la filmación de la campaña.

“Sí, sé que es de gran ayuda para las mujeres embarazadas y las que tienen ya a su bebé. Les dan orientaciones y seguimiento para ver cómo va su bebé”, mencionó al asegurar que su esposa “después de salir embarazada se ha alimentado más saludable”. 

Yarimar Colón, de 36 años, fue otra de las escogidas.

La maestra, madre de tres niñas, dijo que envió la participación “a ver qué pasa y cuando me llamaron no lo podía creer”, confesó riendo.

Mientras estaba en la grabación de la campaña, narró que su experiencia en el WIC “ha sido excelente. Siempre están al día con mis citas…”.

También le encanta el pequeño supermercado donde se surte de “leche, huevos, fresas, kiwi y piña”, entre otros alimentos que consume su niña, la pequeña Celeste.

La residente en Vega Baja, María Ortega, de 29 años, por su parte, también se ha beneficiado “un montón” de la ayuda.

En sus brazos tiene a Alianys y Lianys, sus gemelas de 10 meses. También tiene otras dos hijas.

“Gracias a ellos (WIC) aprendí a cómo introducir los sólidos en la dieta (de las bebés) y a comer más saludable durante el embarazo”, mencionó la mamá soltera y ama de casa. Como madre lactante recibe además, atún y salmón. 

Naysabel Camaño, de 27 años, también es mamá lactante. 

La deportista, quien parió a Theo, de 1 año, aceptó que cambió su alimentación para incluir granos.

La joven estudiante de recreación y deportes comparte que su primogénito ya está comiendo majados de vegetales.

En el caso de Wilnelia Sánchez, otra de las beneficiarias del WIC, dice que el programa “ha sido de mucho crecimiento”, y seguirá lactando a Nataniel, de 1 año, “hasta que él decida”.

La también madre de otros dos menores, quien acepta que fue seleccionada para la promoción porque tiene tatuajes, recomendó a las mujeres embarazadas a aprovechar la ayuda alimentaria y que lacten a su hijos. “No tengas miedo de preguntar. Ellos (en el WIC) son el mejor apoyo”.