En la víspera del Día de la Mujer Trabajadora, la primera dama Wilma Pastrana Jiménez celebró hoy la gesta de ocho mujeres trabajadoras de la cultura puertorriqueña.

Con la brisa isleña como aliada de la jornada, Pastrana Jiménez reconoció el trabajo de la poeta Dafne Elvira, la diva del cuatro Emma Colón Zayas, la artesana y artista industrial Mildred Lluch, la crítica literaria y escritora Ángela López Borrero, la cantante de música clásica Maliangee Pérez, la escritora y guionista Ivonne Belén, la folklorista Marién Torres, del grupo Tambuyé, y la vestuarista Gloria Sáez.

Vestida de verde en el Jardín Hundido de La Fortaleza, la primera dama recordó los inicios de la conmemoración del 8 de marzo.

"Esta, es una celebración que tuvo sus inicios en Dinamarca para destacar la labor de la mujer trabajadora, y desde entonces, hasta el día de hoy, ese vínculo entre la mujer y el trabajo ha permanecido firme", apuntó.

Citando una frase del poeta y escritor Antonio Machado donde mencionaba el barro de la tierra, afirmó que cada una de las ocho artistas homenajeadas ha utilizado su talento y su imaginación para dar forma al barro de su elección.

"Una, al barro de las palabras. La segunda, al barro de los pigmentos, los colores y la pintura. Otra, con las tijeras, el hilo, las agujas y telas en el diseño de vestuarios. Nuestra música autóctona encontró en las manos de una de ellas, el amor por el cuatro y el güiro puertorriqueño. La quinta, con maderas y otros instrumentos industriales crea formas, espacios y diseña muebles exquisitos", apuntó la primera dama.

"La sexta, toma forma en su voz, el canto lírico y la ópera. La séptima le da forma con su cuerpo en movimiento al baile de bomba. Y la octava, con el barro del celuloide le da forma a imágenes en movimiento… A todas ellas nuestros más sinceros respetos", agregó.

También agradeció el ejemplo que estas artistas ofrecen a las nuevas generaciones de mujeres.

"Creo firmemente en que la coyuntura histórica que nos reúne a todas, nos presenta una serie de oportunidades, para reflexionar en lo que estamos haciendo y cuántos corazones más debemos tocar. No perdamos en ningún momento ese encanto. Que nunca falte en su rostro la alegría y la compasión para seguir tocando corazones a través de su arte. Que sus manos sigan construyendo y fortaleciendo nuestra idiosincrasia puertorriqueña", afirmó.

Como parte de la jornada, la sobrina de la poeta Julia de Burgos, Consuelo Sáez Burgos compartió anécdotas sobre tu tía.

En un mensaje en el que declamó el poema Para mi muerte de Burgos y en el que recordó que su tía medía casi seis pies de alto, Sáez Burgos compartió la emoción y la combatividad de las palabras de la poeta.

El gobernador Alejandro García Padilla también compartió unas palabras con las invitadas e invitados.

"La cultura no se trata de melancolía, no se trata del pasado, se trata de la recreación de lo que somos constantemente", afirmó antes de terminar su mensaje abruptamente por la lluvia.

Pero además de los mensajes oficiales, la jornada contó con el canto de la pequeña Mariana Zoé González, una niña con síndrome de Down, que junto a su papá Cruz Iván González entonó varias canciones, que sirvieron de invocación y que arrancaron lágrimas a la moderadora del evento, Miraida Chávez.