Dorado - Vestidos con collres vino y blanco, y en la espalda el escudo con la frase "En Dios Confiamos", cerca de 80 niños y jóvenes pertenecientes a la Banda Escolar de Peñuelas marchaban mientras tocaban entusiasmados sus instrumentos por las calles del casco urbano de Dorado.

Los esmerados jóvenes eran parte de las 60 comparsas que llegaron de todas partes de la Isla para participar de la edición número 42 del Carnaval del Plata, en el que según organizadores se dieron cita unas 15,000 personas desde el viernes cuando comenzaron las festividades que culminaron hoy con el desfile de comparsas.

"Para nosotros realmente es un orgullo tener a todos estos jóvenes, ver los dedicados que son y ver que quieren aprender, a pesar que hace un tiempito estaban desanimados, porque no tienen maestro de música desde mayo. Pero aquí están, con el orgullo con el que tocan en esta banda, que tiene 101 años", dijo Ervin Vega, de 41 años y padre de dos miembros de la banda, cuyos integrantes salieron a eso de las 7:30 a.m. de hoy desde Peñuelas para asistir al colorido carnaval.

Se trata de una fiesta donde el pueblo se integra tanto que hasta algunos, como los vecinos del sector área 12, decoran sus casas para el carnaval con máscaras rosadas y verdes, cocos colgantes, y hasta figuras de vejigantes dentro de sus negocios, como la estilista Nydia Valle, de 54 años.

"Nos visitan de tantos pueblos que queremos que la calle se vea bonita", dijo del Valle frente a la calle por donde jóvenes desfilaban sonando vuvuzelas.

"En medio de tanta tristeza, pues algo de alegría", dijo sonriente su amiga Ana Ramos, mientras veía a lo lejos al gran mariscal del evento, el cantante y comediante Juan Manuel Lebrón.

Entre las numerosas comparsas de lugares distantes que llegaron al carnaval, estaba la representación de Vieques, con jóvenes vestidos de naranja y negro, desfilando sobre una carroza que simulaba un enorme pájaro de dos cabezas.

"Nos gusta (venir al carnaval). Es fuerte pero pa' lante", dijo la viequense Enna Santiago, quien vestía un traje cuya falda tenía una bandera de Brasil, sede de uno de los carnavales más famosos del mundo.

Otros pueblos que enviaron sus comparsas fueron Hatillo, Arecibo, Guayanilla, Loíza, Mayagüez, Río Grande, Cidra, Juncos y Manatí, entre otros.

"Esta es la fiesta de pueblo más importante de Dorado", dijo Manuel Santiago Castellanos director de asuntos culturales del municipio. "Es una fiesta ya tradicional con nuestra música folclórica y compartir familiar, que es lo que más importa", indicó.

Según Santiago Castellanos, el Carnaval del Plata -que debe su nombre al río más largo de Puerto Rico, que desemboca en este municipio– comenzó en 1972 como fiesta oficial del pueblo, pero desde muchos años antes el evento había comenzado como una fiesta de pescadores quienes se lanzaban un día a la calle a asustar a la gente vestidos de vejigantes.

Esos trajes de vejigantes, según Santiago Castellanos, se distinguen de otros carnavales de la isla, con distintivas caretas verde, amarillo y rojo, y trajes con flecos que portan siete signos en representación de los siete pecados capitales.

"El carnaval es una actividad que comienza antes de la Cuaresma, que es el tiempo de recogimiento (espiritual). El carnaval es para tú hacer pecados, son unas fiestas de origen religioso", contó Santiago Castellanos.

Pero no solo hubo representación de lugares distantes. La escuela superior José S. Alegría, de Dorado, también dijo presente, pero por un tema muy especial: su cincuenta aniversario.

La comparsa local contó con egresados de cada una de las distintas clases graduadas que se han formado en ese plantel en sus 50 años de historia, en lo que fue descrito como un "junte histórico”.

"El carnaval y las fiestas patronales nos sirven para compartir", dijo Susana Concepción, de 51 años.

La actividad contó con música en vivo, además de machinas para el entretenimiento de los niños. Los quiscos de comida no podían faltar, en donde podían degustarse manjares típicos, como las alcapurrias que comían Luz González, de 76 años y su hija Lisa A. Gutiérrez, estratégicamente ubicadas al lado de la plaza desde el patio de su iglesia Luterana.

"Este año ha sido en el que más gente hemos visto", comentó la madre, también apodada Lula. "El carnaval está excelente... se han unido más comparsas de más pueblos", indicó la hija.