Morovis / Orocovis. Hablar de restauración en la montaña no es fácil cuando miles de personas continúan viviendo como si el huracán hubiese pasado ayer. Sin comida ni agua potable, sin la posibilidad de llegar a un supermercado a surtirse de productos necesarios y con la esperanza diaria de que llegue alguien, quien sea, con suministros.

Ante esta realidad, los alcaldes de Orocovis y Morovis manifestaron a Primera Hora  que la respuesta del gobierno central para los pueblos del centro de la isla no ha sido eficaz y apelan a una mejor movilización de recursos y brigadas a estos pueblos. Ambos alcaldes mantienen los esfuerzos de sus Ayuntamientos concentrados en dos cosas: abrir camino y distribuir lo urgente.

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“La fase uno es abrir brecha, fase dos es remover lo que hay. Ellos (los contratistas) no pueden entrar a la fase dos hasta que facturen esa primera (fase). El Gobernador dijo ‘les doy órdenes para que muevan el debris’ (escombros). Lo que el gobernador no sabe es que esto lo regula FEMA (Agencia Federal de Manejo de Emergencias) y para entrar a la fase dos tienen que haber facturado la fase uno”, apuntó Colón Berlingeri.

El mecanismo actual, indicó el alcalde, es lento: Obras Públicas factura, va a la región y esta envía un inspector que certifica y que, eventualmente, regresa y va para San Juan.

Su reclamo en el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) en el Centro de Convenciones, en Miramar es para agilizar el proceso. “Bajo la emergencia, tienen que establecer un mecanismo expedito. No ese porque (el trámite) es un mes fácil ahí y se va a quedar la fase dos guindando”, acotó.

Mientras, continúan las lluvias amenazando con bloquear vías principales necesarias para el transporte de agua y alimentos o de pacientes con alguna emergencia mayor, ya que el municipio no tiene un CDT funcional, solo operan con unas carpas habilitadas como sala de emergencias, bajo la administración de Salud Integral de la Montaña, compañía que comenzó a administrar el CDT apenas dos semanas antes del huracán Irma.

Por su parte, la alcaldesa de Morovis, Carmen Maldonado, insistió que el Gobierno debe ser más proactivo.

“Cada vez que me dirijo al Centro de Convenciones, se lo digo al personal de La Fortaleza, ‘ustedes tienen que hacer algo porque si no fuera por FEMA y el director (Alejandro De La Campa), por esta persona que está aquí, que ha sido tan atenta, mi pueblo no tuviera ni agua ni comida, si no fuera por ellos, aquí se estuviera muriendo de hambre la gente hace muchísimo tiempo atrás”, dijo  la alcaldesa.

Según Maldonado, la administración central debe moverse a nuevas ideas y soluciones para contestar las peticiones de los municipios, a tono con las necesidades de sus residentes. “El pueblo está desesperado. Nosotros como alcaldes y como líderes podemos esperar dos días, pero un pueblo con hambre y con sed no puede esperar. Si yo no les llevo comida, se mueren de hambre muchos de ellos”.

Colón Berlingeri, por su parte, se une al reclamo. “Yo he ido al COE tres veces y lo que allá se proyecta y se dice es una cosa y lo que está pasando acá es otra. Se está hablando de  porcientos de luz y de agua todos los días; ese porciento yo no lo veo en ningún momento, tal vez en el área metropolitana y se entiende. Pero, debemos tirarnos más a la calle. Yo vi un montón de personas allí, ¿haciendo qué? Hay que venir más acá y ver cuáles son las verdaderas necesidades”.

Por otro lado, el alcalde orocoveño dijo que es necesaria la coordinación entre el Ayuntamiento y la Guardia Nacional para tener un control sobre la distribución de suministros.

Según Colón Berlingeri, se corre el riesgo de que los artículos no lleguen a las manos que lo necesitan y que sean las mismas personas que pueden llegar hasta los helicópteros las que se beneficien, lo que ha ocurrido en sectores del barrio Cacaos.

“Yo he ido al COE montón de veces, he tratado de que me digan por lo menos para tener una idea. Allí nadie sabe de eso”, indicó el alcalde.