En medio del brote de la bacteria Acinetobacter baumannii que mantiene en crisis al Hospital de la Universidad de Puerto Rico en Carolina, el secretario de Salud, Francisco Joglar Pesquera, ordenó ayer que les tomen cultivos de esputos a los 105 pacientes que están recluidos en la institución hospitalaria.

Para colmo, Joglar admitió que tienen bajo investigación un nuevo caso de una niña de cinco años recluida en el Hospital Regional de Bayamón como sospechoso del Virus del Nilo Occidental. Además, en una escuela de Educación Especial en Río Piedras, que estuvo cerrada por problemas de ratas hasta el pasado 8 de agosto, una maestra falleció deshidratada y nunca se le tomó una muestra de dengue. En el plantel, hay dos estudiantes con influenza y cuatro estudiantes con síntomas parecidos al dengue, y la directora está hospitalizada.

El Secretario no estaba al tanto de estos casos, que surgieron en plena conferencia de prensa a preguntas de los periodistas. La directora de la Oficina de Epidemiología, Haydée García, fue la que contestó estas preguntas, confirmó los casos y dijo que no había puesto al tanto a Joglar “porque recientemente entré en conocimiento de la situación”.

En torno al Hospital UPR Carolina, el secretario de Salud reconoció que después que anunció el miércoles que “todo estaba bajo control”, otros dos pacientes se contagiaron con la bacteria multi resistente.

Dijo que como parte de las nuevas medidas ordenó también el aislamiento del quinto piso, que sólo albergará a los pacientes positivos a la bacteria.

“A todos los pacientes hospitalizados, que actualmente son 105, se le deben realizar cultivos de esputos y, son positivos, serían transferidos al quinto piso”, sostuvo. Indicó también que personal del Departamento estará destacado indefinidamente en el hospital “para asegurarnos que estas órdenes se cumplan al igual que los protocolos recomendados por el CDC (Centro para el Control de Enfermedades, con base en Atlanta)”.

Joglar dijo, además, que el cursó una carta al Presidente de la UPR y a la Junta que dirige el hospital, solicitándole que inicien su propia investigación y que tomen acciones para adjudicar responsabilidades administrativas. “ Es evidente que no se siguieron los protocolos para evitar la contaminación cruzada”, sostuvo Joglar.

Cuando se le preguntó por qué toman ahora estas medidas después de haber pasado más de cuatro meses de las primeras muertes, el Secretario dijo que las medidas se han tomado de forma escalonada.

En cuanto a si le corresponderá a la UPR responder por la negligencia en posibles demandas de familiares de los 10 pacientes que contrajeron la bacteria y fallecieron, el Secretario dijo que “la Junta de Directores del hospital debe hacer los análisis y ellos decidirán los pasos a seguir”.

¿Recomendaría el cierre del hospital?

En estos momentos no. Las mejores recomendaciones que tenemos es que lo que se ha hecho debería ser suficiente.

El director ejecutivo del hospital, Domingo Nevárez, dijo en declaraciones escritas que el 21 de marzo de 2013 la institución, en coordinación con Salud, inició una vigilancia epidemiológica a raíz del reporte de infecciones.

“El informe preliminar del CDC concuerda con nuestras investigaciones, en que no se puede confirmar que las muertes en este hospital estén asociadas a esta bacteria”, indicó Nevárez.

En cuanto al nuevo caso sospechoso del virus del Nilo, Joglar dijo que la niña de cinco años es paciente de Diabetes Tipo I. “Las pruebas preliminares que se le hicieron no inducen a pensar de que estamos ante otro caso del virus del Nilo. No obstante, se dieron instrucciones de que también se le realicen pruebas confirmatorias, ya que de nuevo públicamente se levanta la sospecha”, dijo Joglar.