La congresista demócrata Nydia M. Velázquez puso el grito en el cielo tras leer el editorial del lunes del periódico The Wall Street Journal en el que catalogaba como refugiados a los boricuas que emigran a los Estados Unidos.

La legisladora de origen boricua catalogó el escrito como “profundamente insultante”.

Según diccionarios, la palabra refugiado es el término que se emplea al individuo que, a consecuencia de guerras, una persecución política u otra situación que pone en riesgo su vida, solicita refugio en el extranjero.

Para la funcionaria, el editorial implica que los miles de puertorriqueños que arriban a Estados Unidos están llegando de otro país, sin la ciudadanía estadounidense que por derecho de nacimiento se obtiene.

Lo cierto es que, a pesar de que afortunadamente Puerto Rico no está en un conflicto bélico, son miles los puertorriqueños que por otras razones han brincado el charco en los últimos meses.

¿Son refugiados los boricuas que viven en Estados Unidos?

En el caso del músico Quique Domenech, quien se mudó al estado de Florida el pasado noviembre, la contestación es no. 

“Me siento en el municipio 79 de Puerto Rico”, dijo en entrevista telefónica el cuatrista refiriéndose a la ciudad donde reside, Orlando.

“En estos meses me he sentido bien, ningún tipo de discrimen ni con mis hijos tampoco. Aquí encuentras de todo y el inglés lo utilizo poco, por lo general para hacer gestiones de gobierno”, mencionó. 

“Hay mucha gente que desconoce el status político de Puerto Rico, pero no puedo decir que todo el mundo, no puedo generalizar”, indicó el instrumentista.  

Antes de mudarse, Domenech hizo pública una carta en la que ofreció sus razones para dar el salto. “Ante la situación que enfrentamos en nuestro país, se vive la necesidad de buscar un futuro mejor para nuestras familias”, expuso en aquel momento.

Tampoco se siente refugiado

Para el clavadista boricua Rafael Quintero, quien reside en Tucson, Arizona, desde hace cuatro años, su llegada a ese estado no fue “huyéndole a la Isla”, si no buscando una mejor oportunidad.

“No me vine como un refugiado o porque recibí presiones en Puerto Rico. Lo vi –la mudanza- como una oportunidad de expandirme como atleta y practicar el deporte del tablado, que es el deporte que tengo talento y un buen futuro”, comentó.

El deportista, que estudia ingeniería industrial en la Universidad de Arizona, participará en agosto en las Olimpiadas en Río de Janeiro. Sobre la situación de Puerto Rico dijo estar consciente, tanto él como sus allegados, aunque siempre hay quién desconoce datos fundamentales sobre la Isla. “Me ha pasado que hay personas que me preguntan de dónde soy y muchos como que me miran y no saben dónde está Puerto Rico; me han preguntado si tengo pasaporte americano, si tengo pasaporte puertorriqueño… Pero son menos las personas que no saben dónde está Puerto Rico a las personas que sí. Muchos de mis amigos están bien informados”.