Para un empresario, no hay forma de erradicar el fraude, pero sí puede prevenirlo.

En tiempos en que la crisis aprieta  y se dan las condiciones que facilitan a algunos empleados el robo en sus lugares de trabajo, el Contable Público Autorizado (CPA) Eduardo González Green, advirtió sobre estrategias para disminuir las pérdidas millonarias por estas prácticas.  

El experto mencionó lo que se conoce como el triángulo del fraude.

“Lo primero es que haya un incentivo, una oportunidad. Ahora existe porque hay muchas empresas que están manejando un alto nivel de efectivo. Además, no todos los sistemas mecanizados están en uso y en muchas empresas las transacciones se están haciendo manuales”, explicó.  

La segunda punta del triángulo es que haya una justificación para cometer el fraude. Con los ajustes de muchas empresas, vienen “los horarios regulados, los cortes de salario… el empleado dice: ‘como tengo que llevar el dinero a mi casa, tengo la necesidad o el incentivo de cometer el acto para sustentar a mi familia’”, narró  el experto en la materia.

Agregó que otros pueden decir: “esto no le hace daño a nadie. Esta empresa es grande y por eso $15 o $200 que me lleve en un día, de miles de dólares que entran, no le afecta’. Además, piensa, ‘como no me van a coger...’”.

La tercera esquina del triángulo es la oportunidad. Ante la falta de controles, el bonche de gente en las tiendas, la falta de luz, “ahí tengo todos los elementos para poder hacerlo. Y si el dueño y la gerencia no están pendientes con este tumulto de gente, que es una cosa extraordinaria, dan oportunidad a que suceda el acto”.

Un asunto que le preocupa de la situación actual es que no haya un plan B de qué hacer cuando las tarjetas no se pueden utilizar para pagar, ya que todo es electrónico.

“Esto nos pone a pensar cuál va a ser el protocolo a seguir o qué podemos hacer para que esto no ocurra más”, sostuvo sobre la obligación de usar efectivo, como está pasando actualmente.

Cuando hablamos del impacto del fraude en la Isla, no hay estudios recientes para citar; solo el del 2005 que hizo la Fundación del Colegio CPA de Puerto Rico, cuyo comité presidió González Green. 

“La pérdida estimada de fraude y abuso hoy, al menos es de $1.1 billones (utilizando datos del 2005). En aquel momento el costo de fraude y abuso fue en promedio de 2.2%. Aunque pienso que el 2.2% debe ser mayor hoy”, analizó el CPA. 

Ante esta realidad, González Green le recomendó a los comerciantes que “en estos momentos que estamos en crisis, un gerencial más, participando en las actividades del negocio, es más rentable que tener el evento de fraude. Quizás un gasto más de salario se convierta en inversión”, mencionó.

También les recomendó el uso de un generador.

“Todavía hay empresas que no tienen planta eléctrica. Estamos obligados a tener una y un protocolo de qué pasa si esto no funciona. Con la planta puedo quizás energizar el servidor y tener sistema, incluyendo las cámaras de seguridad y hacer transacciones desde mi computadora”, mencionó.

Advirtió que hay que ver dónde está el sistema de información, o sea, que esté en el servidor, “porque si lo tienes en la nube no hay acceso sin comunicación”.

También recomendó a los patronos evaluar la manera en que le anuncian a los empleados los cambios.

“Si yo como patrono le digo a mis compañeros de trabajo: ‘oye, aquí todo el mundo va a trabajar 30 horas y más nada’, con una directriz, un memo frío, pues la gente tiende a decir, ‘mira este, como él no sufre, él es el dueño… mira como nos trata”, alertó.

Sin embargo, contrapuso que “si yo me siento con ellos y les digo: ‘mira, estamos pasando por este momento, tenemos que hacer  sacrificios cada uno, incluyendo a los socios, y cada uno nos vamos a hacer un recorte de nuestra jornada…’, pero a veces no lo explicamos y eso causa un malestar en la gente”.

De igual forma, ante señalamientos de que hay dueños de comercios vendiendo a sobreprecio, entre otras denuncias, el CPA exhortó al consumidor a informar, si tiene evidencia de que, por ejemplo, este no cumplió con órdenes del Departamento de Asuntos al Consumidor (DACO).

“A veces compartimos más información en las redes sociales en lugar de ir al DACO. Si hay alguien abusivo, vendiendo diésel al precio que es el doble del costo que sea, o hielo a sobreprecio, hay que buscar la fuente que regula, que es el DACO”, indicó.

“A veces el sistema  es de quejarse solamente en las redes y no es suficiente, hay que ir a otra fuentes”, reiteró.

Algunos consejos:

1.       Contrate un recurso humano que lo ayude a monitorear las transacciones y participar en actividades del negocio.

2.        Instale un generador de energía para poner a funcionar el sistema y conocer cada transacción, además de tener operando las cámaras de seguridad.

3.       Sea cuidadoso a la hora de informarle a sus empleados que habrá recortes de jornada o ajustes en los beneficios.