Aunque cuando en sus inicios en Puerto Rico en la década de los 80 causó asombro y rechazo, hoy la cremación de cadáveres es una manera frecuente de disponer de los cuerpos.

La resistencia a considerarlo como una alternativa al tradicional enterramiento del cuerpo embalsamado  estaba influenciado por la censura de las iglesias, pero ya es un método aprobado, lo que ha significado que más personas opten por el proceso.

En algunas personas las razones para considerarlo pueden ser económicas, en otras ecológicas, y hay quienes lo hacen porque las cenizas se pueden conservar en una urna en algún lugar especial del hogar.

Contrario al cuerpo, que tiene que ser colocado en un cementerio, el destino final de las cenizas queda a discreción del familiar o persona que autorizó la cremación.

Si optara por la cremación para disponer de su cuerpo, ¿qué quisiera que se hiciera con sus cenizas?