Caguas. La lucha y valentía que por más de tres décadas ha dedicado Sonia Torres en la crianza de su hija discapacitada Mariel, vio una recompensa que ayudará al alivio de ambas y mejorará su calidad de vida.

Se trata de un transporte adecuado que las auxiliará para desplazarse adecuadamente a citas médicas y, por supuesto, a otros destinos.

“¡Guagua, guagua!”, decía Mariel, de 35 años, con una enorme sonrisa que reflejaba su alegría al momento de entregarle el vehículo.

La adquisición de la guagua ocurrió luego de que Primera Hora reseñara en marzo pasado la historia de madre e hija, en la que se narraba el reto diario de transportación para la paciente de perlesía cerebral con retardo severo, en un auto compacto. 

A pesar de la propia condición de salud de Sonia, una sexagenaria con dolencias en la espalda y brazos, los que ya no tienen la fuerza de antes, no lo pensaba dos veces para echarse encima a Mariel –que pesa poco más de 70 libras–, y continuar con la rutina de desmontar la silla de ruedas, guardarla en el baúl de su carro pequeño y emprender la marcha al Instituto Psicopedagógico de Puerto Rico (IPPR), donde recibe servicios; a sus citas, y para hacer todas sus diligencias. Esta rutina, podía ocurrir varias veces al día.

Pero, ¿cómo logró conseguir el nuevo vehículo?

Sonia tenía unos ahorros, los que eran insuficientes para costear la unidad. Entonces, decidió pedir ayuda a la empresa Church’s Chicken. 

“Ella quería tener un poquito de calidad de vida para ella y para Mariel, y nos hizo el acercamiento. Ella nos dijo: ‘Yo tengo un dinerito, pero no me da’; y yo le dije: ‘Vamos a ver lo que podemos hacer’ y Tony Larrea, que es nuestro presidente, que le envía muchas felicidades, dijo: ‘Vamos a hacer algo por Mariel y por Sonia’”, narró el vicepresidente senior de mercadeo de la empresa South American Restaurants Corp., Felipe Flores, sobre el encuentro. 

Sonia contaba con $15,000 y la compañía aportó $32,900. 

Hace unos días, y en las oficinas de la empresa Equipo Pro Impedidos en Caguas, que estuvo a cargo de preparar el vehículo con tecnología avanzada, Sonia y Mariel lo recibieron con gran sorpresa. El valor total de la guagua fue de $47,900.

Jaime Rivera, presidente de la empresa que también colaboró con un descuento para confeccionar la unidad, explicó que el vehículo se modificó para que baje unas 11 pulgadas al piso desde su posición normal, para que cuando abra la puerta y salga la rampa, quede en un ángulo menos inclinado.

Mientras, Flores recordó que su compromiso con este caso era doble, ya que durante 20 años las empresas que representa han colaborado con el IPPR.

Milagros Vargas, directora ejecutiva de la organización, que cuenta con 89 residentes entre 19 a 84 años de edad, se expresó llena de júbilo porque no tendrá que ver más la odisea de Sonia tratando de montar y desmontar a Mariel de un automóvil incómodo. 

Si tiene una situación especial, puede presentar su caso llamando al 1-866-372-8246.