Sacerdotes deben responder por sus crímenes.

Aunque  la Iglesia Católica tenga sus normas internas, que han regido y controlado  el comportamiento  de sus sacerdotes durante siglos,  el clamor general de ciudadanos es que los  pedófilos tienen que enfrentar la justicia por su crímenes, más allá  de los mecanismos establecidos por El Vaticano.

“En nuestra sociedad, se castiga criminalmente a los pedófilos  y a cualquier ciudadano que lleve a cabo violaciones u hostigamiento sexual. De ese castigo, no pueden escapar los curas o los sectores religiosos”, observó el sociólogo, José Luis Méndez.

Al comentar  los casos de abuso sexual contra menores denunciados en la Diócesis de Arecibo, el sociólogo indicó que  aunque la Iglesia utilice otros mecanismos internos, el estado está obligado a procesarlos.

Méndez expuso que la Iglesia Católica se desarrolló a través de los siglos, vinculada a un estado que es El Vaticano, el cual tenía la dirección mundial de esa institución.

“Había tenido una importancia tremenda en las instituciones políticas  y sociales durante la época medieval y desarrolló durante todo ese tiempo, y casi hasta el presente, mecanismos  para controlar y regir  el comportamiento, tanto de sus sacerdotes como de sus feligreses, en lo que tiene que  ver con el divorcio y otras actividades, a las cuales la iglesia le confiere importancia”, señaló.

“El problema con esos mecanismos, es que  esa epidemia tan grande que ha surgido en los últimos años, de curas y religiosos  con desviaciones sexuales,  que se aprovechan  de la confianza de los feligreses y muy particularmente de los niños,  ha creado una situación  en la que en los estados donde funcionan  esas iglesias,   las leyes eclesiásticas no pueden impedir de ninguna manera la acción de  los estados”, acotó.

Por eso es, agregó, que  en nuestra sociedad, se castiga criminalmente a los pedófilos  y a cualquier ciudadano que lleve a cabo violaciones  u hostigamiento sexual.

“De ese castigo, no pueden escapar los curas o los sectores religiosos. Eso es lo que está sobre el tapete en este momento, en los casos que  se han discutido en la prensa con relación al comportamiento  desviado de esos sacerdotes”, apuntó.

¿Parece que la  Iglesia encubre, si no la devela?

Es evidente, que  durante mucho tiempo muchas de  esas situaciones eran desconocidas, salvo para personas que se veían afectadas  y familiares. Al conocerse varios casos, eso sirvió de estímulo a personas que habían pasado por esa situación  y la habían callado. Ese estímulo es  lo que saca a flote esos casos, en particular  en Estados Unidos, algunos lugares de Europa y también en Puerto Rico.

“Es evidente que si un sacerdote cometió un crimen y ese crimen está prohibido y castigado por las leyes y el código criminal, ese sacerdote tiene que  responder por esos crímenes”, recalcó.