“El discrimen es discrimen y no se puede disfrazar bajo argumentos triviales”.

Así reaccionó el activista Pedro Julio Serrano al hecho de que se les prohíba a los homosexuales ser donantes de sangre bajo la explicación de que son un riesgo de contagio de enfermedades como el VIH, según una política establecida desde 1983 por la Food and Drug Administration (FDA).

“Con lo rigurosos que son los procesos científicos a los que se somete la sangre de los donantes, esto son solo excusas que se siguen utilizando para perpetuar el discrimen en contra de un sector de la población que está ávido de donar sangre, de donar vida”, manifestó, quien fundó Puerto Rico Para Tod@s, una organización que lucha por la igualdad para las personas lesbianas, gay, bisexuales y transgénero (LGBT).

Serrano aseguró que semanalmente recibe “hasta 10 querellas” de personas que alegan que no los dejaron donar por ser gay.

“Son personas que experimentaron el discrimen de primera mano y que les deja como resultado efectos a su salud mental porque el rechazo los hace sentir que valen menos, que los están estigmatizando, degradando. Por eso me parece inmoral que estemos justificando este discrimen en nombre de la ciencia”, expresó el activista.