LOÍZA.- La falta de pagos por parte del Gobierno obligará a que tan pronto como este miércoles cesen algunos de  los servicios que ofrece Taller Salud, una organización sin fines de lucro que sirve como agente mediador entre gangas en conflictos en Loíza y que provee educación sexual y de crianza efectiva en comunidades marginadas de esta población.

Así lo denunció Alana Feldman Soler,  coordinadora  general del Taller, al explicar que  el dinero adeudado suman  sobre $120 mil . 

Los pagos en retrasos  provienen de contratos o propuestas que tienen con agencias gubernamentales como la Administración de Desarrollo Socioeconómico de la Familia (Adsef), cuyo último pago se recibió en marzo de 2015 y de la Administración de Vivienda Pública (AVP)  y el Departamento de Justicia (DJ), entes que no han reembolsado sus respectivos cheques desde diciembre.

Según Fedelman Soler, el atraso en los reembolsos responde a un proceso burocrático, que va más allá de la crisis fiscal existente “porque los cheques ni siquiera han llegado a (Departamento de) Hacienda”.

“Es irónico que haya que darle seguimiento al Gobierno para que nos paguen por un trabajo realizado y que en última instancia son servicios que debieran ser asumidos por el Estado”, lamentó.

Taller Salud es una organización de intervención comunitaria , particularmente en residenciales públicos y sectores marginados de Loíza, que anualmente atiende a 900 participantes.

Sus gastos operacionales y de nómina  ascienden a $600 mil que provienen de donaciones o propuestas de entidades públicas y privadas. 

Entre sus proyectos se destaca el programa Acuerdo de Paz, el cual fue creado en 2012 como un programa  de intervención terciaria en   sectores vulnerables a la violencia.

“Este proyecto trabaja en la comunidad Las Casitas y el residencial Yuquiyú con jóvenes de entre 15 y 30 años que ya fueron impactados por algún hecho violento.  Son personas que estuvieron presas, portan armas, fueron tiroteados o estuvieron involucrados en un tiroteo, están en conflictos por guerras territoriales, entre otras circunstancias”, dijo la coordinadora quien  explicó que la intervención del Taller se da mediante unos facilitadores comunitarios que trabajan los conflictos directamente con los participantes para así evitar la cadena de situaciones negativas de las que han sido protagonistas.

Recurren a ayuda de sicólogos sociales y a la coordinación de actividades nocturnas como torneos de dominó y de baloncesto (horario en que usualmente ocurren los hechos violentos) para prevenir comportamientos de riesgo.

 Desde que inició el programa los asesinatos en Loíza se han reducido a menos de un 50%.

“El año antes que comenzáramos (2011) se registraron 46 asesinatos. El año pasado hubo 23 crímenes violentos y este año se han notificado solo seis.  Para nosotros, y para Loíza, es una reducción significativa. Y no digo que ese logro sea solo por nuestro programa, pero hemos visto un cambio positivo”, dijo Fedelman Soler, sobre el programa que tendrá que cesar su impacto esta semana.

Explicó que los 14 empleados asalariados de la organización, así como cinco especialistas que laboran por servicios profesionales no cobran un centavo por sus funciones desde marzo.

“El personal trabajó dos meses sin el cobro de salario correspondiente por el compromiso que tienen con la comunidad, pero ya la organización se está asfixiando y tenemos que detener los servicios”, agregó Fedelman Soler.

Resaltó que otros programas en riesgo de cesar son los de educación de sexualidad integral y género y los dirigidos a una crianza y maternidad efectiva.