La ventolera que actualmente se siente en Puerto Rico seguirá todo el día mientras el huracán Matthew continúe moviéndose al sur de nosotros.

Hasta el momento, las ráfagas registradas están entre las 10 y 30 mph con la más fuerte registrada en el Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín a las 7:10 de la mañana que alcanzó las 42 mph.

Así lo informó esta tarde el meteorólogo Ián Colón del Servicio Nacional de Meteorología en San Juan. Esa ráfaga se registró en una banda de aguaceros que se extendía desde Matthew hacía el norte. La acumulación de lluvia fue mínima y solo se logró registrar 0.07 pulgadas.

No obstante, lo más peligroso en este momento sigue siendo el mar por lo que hay tres advertencias vigentes en este momento.

"Tenemos tres comunicados en este momento. Lo primero es una advertencia para operadores de embarcaciones pequeñas para todas las aguas. Hay una advertencia de resacas fuertes hasta esta noche y hay advertencia de corrientes submarinas" , indicó Colón.

Aunque en las imágenes de satélite parecería que más bandas nos están afectando, en realidad se trata de nubosidad que no contiene mucha lluvia.

"Muchas personas han observado las imágenes de satélite y observan unas bandas que se extienden hacia el norte, pero las mismas son más nubosidad. Que si las miras de una imagen visible se ven como plumitas. Poseen bien mínima cantidad de lluvia. Ahora mismo lo que vemos en el radar son unos aguaceritos al noreste de San Tomas", añadió.

En una estación meteorológica en Aguire se ha reportado viento de nueve mph y ráfaga de 16 mph. A las 12:45 hubo una ráfaga 24 mph. En Cabo Rojo el viento está en 21 mph con ráfaga de 28 mph.

Aunque el sistema se aleja de nuestra zona, Colón advirtió que el SNM seguirá vigilándolo porque dependerá del momento en que gire al norte para conocer si nos afectará la cola.

Refugiados en Santa Isabel

Por otro lado, en el municipio de Santa Isabel una familia se trasladó a un refugio a consecuencia del embate del mar sobre la costa sur.

El alcalde de ese municipio, Enrique Questell, dijo que estaban activados para atender cualquier emergencia que surgiera por el paso cercano del huracán Matthew y habían abierto el primer refugio, en el Centro de Envejecientes del casco urbano.

“Recibimos una familia, una madre con dos hijos. Ellos viven en un área de alto riesgo en la costa, en el sector Islotes. En ese lugar el agua entra a sus viviendas”, comentó Questell en relación a los refugiados.

El alcalde señaló que continuarían monitoreando la situación para atender cualquier situación que pueda surgir, aunque añadió para las horas de la tarde las condiciones en la costa parecían empezar a mejorar.