La perrita Lola pudiera regresar entre hoy y mañana a su hogar si la Fiscalía de San Juan accede a dar una orden autorizando al Centro de Control y Adopción de Animales del Municipio de San Juan a entregarla a su dueña, Myrna Cusman. 

Un veterinario del Departamento de Agricultura determina si el can pertenece o no a la raza pitbull y decidirá cuál será el destino del animal. Su ama sostiene que el animal es sato y no pitbull,  una raza cuya posesión , adquisición, crianza y venta está prohibida en Puerto Rico a través de la Ley 158.

Así lo explicó a Primera Hora, la licenciada Maite Orozno, al agregar que como parte de la gestión se le entregará a la agencia los resultados de unas pruebas que especialistas en la conducta de animales le realizaron a la perrita durante el fin de semana.

“Se supone que el informe final sea entregado esta tarde”, dijo Orozno.

Mientras, la perrita Lola y su dueña, Myrna, se reencontraron esta mañana en el albergue donde permanece la perra desde hace 12 días, cuando fue llevada al centro tras ser incautada por un policía que determinó que el perro “es un peligro para la sociedad”.

La alegría de la perra de un año  y siete meses fue evidente al ver a su ama, a quien le brincó encima en señal de cariño.

“Lolita, ven con mamá… ven Lolita”, le decía Myrna a su perrita, la cual se mostró sociable y cariñosa con el resto de las personas que llegaron a visitarla, aun cuando nunca había tenido contacto con ninguna.

Tras corretear cerca de su jaula, Lola fue alimentada por su dueña, quien diariamente le lleva comida al albergue. Posteriormente, Myrna ayudó a limpiar el área donde pernocta el animal, que llegó a ser amenazado con aplicársele la eutanasia.

“Realmente es bien injusto y hasta ilegal que la tengan aquí en cautiverio. Mi perrita no hizo nada… Espero que me la devuelvan pronto y regresemos a casa”, dijo la artesana de profesión, quien precisamente se encontraba en las fiestas de la calle San Sebastián exponiendo su obra cuando el can escapó del hogar y fue capturado por la Policía.

“Inicialmente, el policía amenazó con radicar cargos criminales a la señora sino firmaba voluntariamente la entrega de la mascota para matarla. La amenazó con un año de cárcel y hasta con una multa de $5,000. Ahí fue que la dueña nos llamó llorando a nosotros y le dijimos que no firmara nada porque la perrita nunca representó amenaza contra nadie. Entonces, el caso se iba a ver supuestamente el viernes y nos dimos cuenta de que nunca se radicaron los cargos”, explicó Alvin Couto, uno de los abogados de Myrna.

El abogado sostuvo que no se han tomado medidas para garantizar el debido proceso de ley en la ocupación de la mascota, por lo que procede devolverla a su dueña y, si el Estado tiene interés en proceder con algún caso, debe presentar la acción correspondiente.

Mientras, la indignación de cientos de puertorriqueños se ha puesto de manifiesto a través de redes sociales como Twitter y Facebook, en las que ya se han creado grupos de apoyo como Todos somos Lola y Free Lola. También se convocó a través de la Internet la firma de aquellos que se oponen a que maten a la perrita mediante la página de Causes. Hasta al mediodía de hoy –y en solo tres días– 15,090 personas se habían unido a la petición de cese y desista.

Como dato curioso, figuras públicas como la actriz Roselyn Sánchez y la alcaldesa de la capital, Carmen Yulín Cruz, han mostrado su apoyo a la dueña de la perra.