¿Y qué pasó con el parto natural en Puerto Rico?

Esa pregunta es la que precisamente se hace la  Alianza por los Derechos Humanos de Mamá y Bebé, organización que ayer pidió al Gobierno y a la clase médica que promuevan prácticas de salud que ofrezcan a las  parturientas las mejores condiciones para traer su hijo o hija al mundo.

Las estadísticas son impactantes. Según los datos más recientes del Departamento de Salud, correspondientes al año 2010, el 46.3% de los alumbramientos en la Isla ocurren vía cesárea, mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido como aceptable una tasa de entre 10% y 15%.

Países como   Estados Unidos (32.8%), España (26.2%) y  Reino Unido (22%) exhiben tasas significativamente menores a las de Puerto Rico, que triplica los parámetros establecido por la OMS.

Ante este panorama, en una conferencia  de prensa en el Centro Médico en Río Piedras, Javier Morales Nazario, portavoz de la Alianza, hizo énfasis en los problemas y los riesgos de las cesáreas.

“Estamos reclamando una mejoría en atención al parto, a la salud de las mujeres y de nuestros niños. Puerto Rico tiene un serio problema en la tasa de cesáreas y de inducciones que redundan en problemas de salud, morbilidad y enfermedades”, dijo Morales Nazario, mientras un   grupo de mujeres hacía dibujos de mujeres preñadas en paños de tela.

“Además, hemos notado un desinterés en algunos sectores de la clase médica. Se necesita una mejoría”, agregó el activista por los derechos humanos.

Para equilibrar la balanza, la Alianza endosa el proyecto de la senadora independentista María de Lourdes Santiago, que busca frenar la tendencia de partos por vía quirúrgica con una medida de que obligaría a los  obstetras a revelar trimestralmente la cantidad que hacen de cesáreas.

Esa información, según Morales Nazario, permite a las mujeres tomar decisiones informadas sobre sus cuerpos.

“Cuando tenemos la información es que podemos tomar decisiones acertadas. Para nosotros lograr que el proyecto se apruebe representaría un gran paso”, dijo Morales Nazario.

También recordó que las mujeres que han parido mediante cesárea tienen derecho a un intento de parto vaginal.

“En Puerto Rico, ese derecho no se está respetando. Es buscar una aguja en un pajar. Un obstetra que pueda ofrecer un servicio de parto vaginal y no es que todos los intentos se van a cumplir, es que por lo menos las mujeres tengan la oportunidad de intentarlo”, apuntó.

Impulsa proyecto

La senadora Santiago   indicó que su proyecto no busca reglamentar la práctica de la obstetricia sin darle herramientas a las mujeres que desean parir de forma natural.

“Mi proyecto no obliga a nadie a tomar una decisión. Lo que busca es que las mujeres que realmente estamos interesadas en que nuestros hijos no nazcan mediante un procedimiento quirúrgico, a menos que no sea médicamente necesario, sepamos cuáles son los médicos que suelen usar este tipo de intervención en una tasa anormalmente alta”, dijo Santiago en la actividad.

 En el 2008, Santiago sometió una medida similar, que fue aprobada de manera unánime en la Asamblea Legislativa, pero fue vetada por el entonces gobernador Aníbal Acevedo Vilá. La senadora atribuyó esa determinación del Ejecutivo a las presiones que recibió por parte de la clase médica.