El Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico exhortó al secretario del Departamento de Salud a que presente un plan   de prevención, mitigación y consecuencias en caso de una explosión del gasoducto al sostener que Puerto Rico no tiene la capacidad de respuesta de emergencia para un incidente de esa magnitud.

Los médicos cirujanos colegiados presentaron hoy un estudio realizado por la doctora Carmen Ortiz Roque, pasada presidenta del Comité de Salud Pública y Ambiental, sobre el posible impacto a la salud de los puertorriqueños.

  Se indicó que todo gasoducto implica unos riesgos múltiples y que por su seriedad de impacto a la salud la principal preocupación es el riesgo de explosión con fuego multiplicado por las consecuencias.

“La probabilidad de explosión con fuego en 149 kilómetros por año es de un por ciento. La llamarada mataría a un por ciento de los humanos expuestos en el primer minuto”, dijo la doctora Ortiz Roque.

 La científica indicó que en Toa Baja por ejemplo, que está poblada por 53 mil personas, en el primer minuto de la explosión habría 33 muertos.

 Ortiz Roque se refirió al Buró de Transportación de Estados Unidos que concluye que los gasoductos deben construirse lejos de las poblaciones humanas. De no ser así deben tener un plan de contingencia.

“Hablamos de rescatar a cinco mil humanos en cuestión de minutos. Conocemos la escasa capacidad de emergencias médicas para atender a cinco mil heridos en un minuto. Nuestra unidad de quemados es limitada. Solicitamos al secretario de Salud Lorenzo González que nos presente su plan de contingencia”, agregó Ortiz Roque.

 El presidente del Colegio, Eduardo Ibarra, informó que dan a la luz pública este estudio como mandató la asamblea de los colegiados el 31 de julio del 2011. Ibarra evadió contestar el por qué no se presentó el estudio con anterioridad.