Río Grande Era poco más de las 12:30 de la tarde del sábado cuando don Juan Nazario y su esposa Santa Martínez divisaron desde su hogar, ubicado en el barrio costero Las Picúas de este municipio, un helicóptero volando bajito sobre una zona de mangle. 

Casi enseguida, como en un pestañear, la aeronave colapsó ante la mirada atónita de la pareja. Entonces, sin pensarlo mucho, ambos activaron un proceso de rescate junto a vecinos del área.

“Se cayó, se cayó, se cayó”, recuerda Juan que gritaba su esposa, quien llamó a residentes cercanos para notificarles lo ocurrido. Fue así que, sin sospecharlo, don Juan y otro grupo de samaritanos protagonizaron un acto heroico para tratar de socorrer a las personas que viajaban en el helicóptero privado Bell Ranger (modelo 206) que capitaneaba el experimentado piloto Carlos Virelles Jiménez (53 años), quien -según trascendió luego- se dirigía a Fajardo junto a los tripulantes Raúl Martínez Cruz (53 años), su hijo Raúl Martínez Fernández (23 años) y la novia del muchacho Verónica González Cotto (24 años).

“El helicóptero se veía muy bajito y de momento se fue. Bajó de cantazo… ahí arranqué (son como siete minutos de camino boscoso y de mangle) y mi esposa llamó al vecino de al frente y a otras personas para ver si podíamos ayudar”, dijo don Juan, quien tomó de la mano a Verónica y la llevó hasta la carretera a un lugar seguro. 

Mientras, otro residente de la zona -que prefirió mantenerse bajo anonimato “por humildad”- explicó a este diario que se quedó junto a otros dos hombres tratando de sacar al piloto de la aeronave.

“Cuando llegamos había dos personas adentro. El piloto y el copiloto (Martínez Cruz). El problema es que el piloto –que tenía pulso en la mano y en el cuello– tenía las piernas pilladas. Tratábamos de sacarlo y no podíamos. Nuestro interés en ese entonces era poder sacarlo porque pensábamos que el helicóptero podía estallar en cualquier momento”, destacó el hombre.

Aún compungido por lo ocurrido dijo que trataron incansablemente de salvar al piloto, pero fue dificultoso. “Lo subimos a una de las puertas del helicóptero que se había salido con el accidente… lo pusimos ahí (para usar la pieza como una camilla), tratamos de avanzar, pero el camino era bien inestable. Había mucha vegetación de la que tumbó el huracán y muchas áreas de fango en la que se nos hundían los pies hasta las rodillas. Además, hacía mucho calor. Casi no podíamos respirar. Me acuerdo que el muchacho (Martínez Fernández), aún herido, trató de ayudarnos y se desplomó”, rememoró el socorrista comunitario que a lo lejos escuchaba al copiloto decir: “Vamos Carlos, levántate. ¡Vamos, Carlos!”.

Agregó que, posteriormente, casi cuando estaban a punto de llegar a la improvisada camilla con Virelles Jiménez malherido e inconsciente, llegó un “americano” y sacó a todos los que estaban en el área. Su intención fue dar una resucitación cardiopulmonar, según explicó el rescatista anónimo.

Pero para entonces, alegó, ya el piloto había fallecido. Y así lo confirmaron unos paramédicos que llegaron a la zona.

Los demás tripulantes fueron llevados al Hospital de la Universidad de Puerto Rico en Carolina, donde fueron atendidos y dados de alta, según confirmó a Primera Hora la Oficina de Prensa de la Policía en Fajardo

Según el hombre, los tripulantes explicaron en la escena que viajaban de San Juan a Fajardo cuando de repente el motor del helicóptero comenzó a fallar. 

“Ese señor murió para salvar a sus amigos. La manera en que aterrizó, si te fijas, no fue de picada. Él bajó lo más que pudo y dejó caer la nave de una forma que no fuera aparatosa… Me duele que no pudimos salvarlo porque de verdad lo intentamos y luchamos para eso. Pero él evitó que hubiera otras muertes. El verdadero héroe fue ese piloto”, destacó el caballero.

Trascendió que Virelles Jiménez era un comerciante del área metropolitana, pero con vasta experiencia como piloto, pues volar era su pasatiempo predilecto.

Mientras, la comisionada residente en Washington D.C., Jenniffer González, expresó sus condolencias a familiares del piloto fallecido, a quien describió como una persona para la que “la seguridad de los ocupantes fue siempre lo primero”.

“Me conmociona y lamento profundamente el accidente de helicóptero ocurrido hoy en Río Grande, donde el piloto de la nave intentó aterrizar luego de un desperfecto mecánico. Hoy, me uno en oración a sus padres, hermana, hijas y demás familiares en este doloroso accidente. Carlos siempre fue un destacado empresario al igual que su familia. Fue un experimentado piloto profesional y compartí su amistad”, expresó la funcionaria.

La periodista Maribel Hernández colaboró en esta historia