La vigilancia en el área de la piscina del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR) aumentará para tratar de evitar que las personas la usen de noche cuando no hay suficiente luz, salvavidas, ni personal para atender de forma rápida en caso de emergencia.

El rector Carlos Severino afirmó que también están trabajando para reforzar las verjas de manera que no se puedan brincar ni traspasar, como ha ocurrido en las pasadas semanas.

Asimismo, el académico desmintió que en el lugar haya ocurrido alguna orgía o que hubiese personas consumiendo drogas.

“Los recursos son escasos, ciertamente... (pero) vamos a reforzar el personal, que en la noche va rotando, da vueltas por todo el recinto que es enorme y hay muchas áreas que hay que proteger como los laboratorios, las áreas donde hay computadoras. Por eso hay que rotar en la vigilancia. Estamos ajustando el plan para redoblar o tener mas presencia de personal sin descuidar el resto del recinto”, explicó el rector.

Severino indicó que en el lugar no hay cámaras de seguridad, y las personas que entran de noche lo hacen por cuenta gotas a través de distintos puntos, por lo que es difícil detectarlos a tiempo.

La piscina está en la fase final de una remodelación que costó cerca de $1 millón.

Al mismo tiempo, el rector indicó que no se puede reforzar la vigilancia sin un esfuerzo por mantener el recinto abierto a la comunidad.

“No nos interesa, no queremos tener un recinto cerrado. Queremos un recinto abierto a la comunidad. Ahora mismo estamos trabajando un plan para establecer programas en que la comunidad pueda participar y venir a la piscina de forma organizada y adecuada, con la seguridad de que haya salvavidas y que puedan disfrutar”, expresó.