Baldes y galones plásticos llenos de agua se quedaron almacenados en cientos de casas y negocios, porque la “sequía” temporera que se anunció para ayer no fue como se esperaba. Afortunadamente.

Puestos de comida y de lavado de carros, así como un hospital entre Vega Alta y Vega Baja, a media tarde de ayer, funcionaban de manera normal.

“Aquí no hemos tenido ningún corte en el servicio. Se ha hecho todo lo del día a día sin problemas”, afirmó Griselle Hernández, encargada de turno en la Sala de Emergencias del Hospital Wilma Vázquez.

Annie Marrero, quien trabaja en la cafetería de esa institución, comentó con otra compañera de trabajo que no entendía por qué “hicieron tanto show” al anunciar recortes desde el sábado por la noche y todo el domingo, que podían extenderse hasta la madrugada del lunes, para unos trabajos de inspección en el Superacueducto del Norte.

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En el Ricky Car Wash, de Vega Baja, varios jóvenes laboraban con entusiasmo a manguerazo limpio y tampoco vieron cambios allí o en sus casas.

Una de las empleadas, María Class, dijo que en el área del pueblo se fue el servicio entre las 11:00 de la noche del sábado y la 1:00 de la madrugada del domingo, pero después todo se normalizó.

En el caso de una cadena de restaurantes de hamberguers, se prepararon comprando hielo y refrescos, además de almacenar agua y tampoco hizo falta, dijo el sub gerente Rafael Rivera.