La probabilidad de que llegue a Puerto Rico una persona contagiada con ébola a través de un vuelo es bien bajita, según Rolando Padua director del Negociado de Aviación de la Autoridad de Puertos. 

Y en caso de que llegue alguien que haya estado en contacto con la enfermedad, no sucedería lo mismo que le ocurrió a la enfermera estadounidense Kaci Hickox, quien trabaja con Médicos Sin Fronteras y llegó a Newark en un vuelo procedente de Sierra Leona;  allí la hicieron esperar, y esperar, y esperar mientras que el protocolo de acción parecía no estar listo.

Según Padua, en la actualidad solo cinco aeropuertos en Estados Unidos y sus territorios están autorizados recibir vuelos del oeste de África que es donde se ha desatado el mayor brote de ébola en la historia. Esos aeropuertos son los de Newark, Chicago, Atlanta, Dallas y el John F. Kennedy de Nueva York.

Allí se hace un escrutinio de personas y a los que hayan estado en riesgo se les hace un cuestionario y se les toma la temperatura para determinar si deben estar o no en cuarentena antes de que salgan del área de aduanas y por supuesto, antes de que se monten en cualquier otro avión. Precisamente se hizo de esa manera para poder tener controles adecuados, dijo Padua. 

En caso de que a pesar de todos esos pasos de prevención llegue a Puerto Rico una persona que se sospeche esté contagiada o haya estado en contacto con el virus, el plan de acción incluye dejar al pasajero en una zona aislada y luego sería trasladado al Centro Médico.

“En cuanto a nosotros nos hemos dado a la tarea de seguir lo que recomienda el Centro Para el Control de la Enfermedades de Atlanta, agencia con la que tenemos comunicación semanal, y el personal de las líneas aéreas, de los concesionarios y los empleados del aeropuerto y (la empresa privada que lo maneja) Aerostar están orientados de que tienen que estar pendientes por si alguien presenta síntomas. En caso de que vean algo sospechoso TIENEN que comunicarse con el CDC y de inmediato se activaría el protocolo”, aseguró.

Destacó que a todos se les ha entregado una tarjeta con los pasos básicos a seguir y el teléfono al que tiene que llamar.

“De por sí tenemos uno de los 24 centros de cuarentena que existen en aeropuertos y está en el terminal D del Aeropuerto Luis Muñoz Marín. Además de eso el Centro Médico se convirtió en el centro de cuarentena establecido por el estado. Cualquier caso sospechoso se va a atender en Centro Médico y las cuarentenas de casos sospechosos se hacen en los hogares de las personas”, explicó.

Dijo que el protocolo prove para varios escenarios incluyendo un pasajero que ya esté dentro del avión en ruta hacia la Isla y que en el vuelo comience a presentar los síntomas. En ese caso la tripulación deben estar alerta y avisar al capitán quien a su vez tiene que informarle la situación al operador del aeropuerto y una vez el avión aterriza, se aisle. No se conecta con el resto de las instalaciones. Entonces el CDC y el Departamento de Salud es quien va a atender a ese pasajero, dijo Padua.

Otro escenario de acción es cuando una persona presenta síntomas mientras traslada su equipaje o espera por su vuelo. En ese caso la orientación que se le ha dado a los empleados es que se comuniquen con el CDC y el operador del aeropuerto quienes intervendrán con la persona y le harán preguntas de rigor como la procedencia y posible contacto con persona del oeste de África. Ningún empleado está autorizado a acercarse a una persona con síntomas.

“Le hemos dado a los empleados material que prepara el CDC, al de las líneas aéreas y de los concesionarios de alimentos. Eso incluye los síntomas a observar y una lista de cosas por hacer. El CDC tiene personal preparado en el terminal D del aeropuerto”, afirmó. 

Dijo que “todos somos responsables de la seguridad y de que cualquier cosas sospechosa estamos obligados a llamar al control room”, agregó.

Padua dijo estar confiado de que los empleados están conscientes de lo que tiene que hacer y en caso de emergencia sabrán responder porque antes de obtener la licencia que les permitiría laborar en el aeropuerto, tienen que coger unos adiestramientos en manejo de riesgo”, informó.

Además Padua dijo que no está permitido que ningún avión charter procedente del oeste de África o que haya conexión en la zona aterrice en ninguno de los aeropuertos del país. 

“En este momento es importante que los puertorriqueños sepan que todas las entidades privadas y públicas que tiene que estar atendiendo el asunto en los aeropuertos estan constantemente informadas y en constante comunicación sobre el tema. Todos los empleados están enfocados en garantizar la seguridad de los pasajeros. No debemos crear alarma. El gobierno federal y el de aquí estamos enfocados en asegurar que esto no llegue a mayores”, alegó.