No es justo.

Este parece ser el sentir general de los residentes de varios complejos de vivienda pública en la zona norte de la Isla, al enterarse de un posible aumento a la renta, programado para comenzar de manera escalonada tan pronto como este próximo mes de noviembre.

Sentado en un pequeño mueble de su apartamento en el residencial El Dorado, en el pueblo de Dorado, don Eugenio García González no podía ocultar su enojo ante la revisión en la tarifa ordenada por el Departamento federal de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD).

“Esto es algo injusto. El que está aquí es porque no puede pagar una casita en otro lado. Aquí muchos no tienen para pagar el agua y la luz, ¿cómo pretenden ellos que uno pague más renta?”, manifestó el hombre discapacitado, que vive de cheque en cheque del seguro social.

Relacionadas

“Yo soy una persona con impedimentos y lo único que recibo es el seguro social, nada más. Y con eso tengo que hacer compra, pagar la renta… uno termina embrolla’o. Lo que deben hacer es bajar la renta para que a uno le sobre para hacer una buena comprita”, agregó.

Dijo, además, que la movida es una invitación a que otros residentes que trabajan, renuncien a sus puestos para acogerse entonces al subsidio de renta negativa.

“Con tanto aumento a quién le da ganas de trabajar”, cuestionó.

Asimismo, Mayra Concepción Nater, del residencial Francisco Vega Sánchez, en Vega Alta, se expresó molesta ante el alza, a pesar de que no se vería afectada directamente.

“Yo no pago renta pero mi mamá sí. Yo no estoy de acuerdo con eso porque la mayoría de las personas mayores que viven del seguro social lo que reciben es muy poco y el dinero casi no les da para vivir”, dijo.

“Yo tengo una tía que recibe pensión de retiro y ella paga una renta excesiva, más véngase el agua, la luz, el teléfono y las otras que tiene que pagar mensualmente… a ella le vienen sobrando como $60 mensuales, que apenas le da para hacer una compra”, contó.

Mientras, vecinos del residencial Pedro Rosario Nieves de Fajardo, reaccionaron sorprendidos y molestos.

“Yo encuentro eso muy mal. No es justo que le suban la renta a uno con lo poco que uno se gana. Si yo tuviera el presupuesto para pagar una renta tan alta no viviría aquí. Las personas que vivimos aquí somos de escasos recursos”, lamentó Margarita Pacheco, residente y líder comunitaria del complejo de vivienda publico localizado en la carretera PR-987 en Fajardo.

Al momento de la visita de Primera Hora al residencial, ninguno de los entrevistados había recibido alguna notificación oficial del Departamento de la Vivienda (DV) avisando sobre el aumento.

“A mí no me han notificado nada de eso. Están obligándonos a dejar de trabajar o a irnos de aquí porque cómo uno va a pagar una renta de $400 y pagar luz, agua, comida, las cosas de la escuela…”, añadió la mujer quien trabaja en un restaurante de comida rápida.

“Si suben eso voy a tener que seguir luchando pero si tu consigues otro trabajo como quiera te suben la renta. Aquí tú no puedes tener ni unos ahorritos porque te investigan y te hacen que pagues más, entonces, ¿cómo uno va a ahorrar para salir de aquí?”, cuestionó.

Por su parte, Felipe Allende Pérez, camionero de profesión y quien vive hace más de 40 años en el residencial, mostró preocupación al enterarse de la noticia.

“Todo sube y nada baja. Clamaré a Dios para que meta su mano y no permita que hagan eso porque lo que el Gobierno prometió fue que iban a bajar las cosas, no a subirlas”, dijo el sexagenario.

Asimismo, Jessenia Colón, ex empleada de mantenimiento de escuelas, criticó que el Gobierno no hiciera ningún esfuerzo por consultar el aumento con los residentes.

“Deberían consultar con los residentes primero antes de hacer una cosa así. Nuestra voz cuenta porque somos los que vivimos aquí”, dijo la mujer.

“Uno no puede progresar porque lo poco que uno coge hay que dejárselo a ellos. Yo vivo aquí por necesidad, si tuviera el dinero para pagar esa renta me iría de aquí”, añadió.

Los entrevistaron coincidieron en que existen asuntos más importantes en los residenciales públicos para tratar que un alza en la renta de los residentes. Estos señalaron la falta de recursos deportivos para los jóvenes y la educación como dos de los puntos medulares que se deben tratar con urgencia en su residencial en particular.