Los perros y gatos no son los únicos animales que terminan en espacios abiertos. Con un gran potencial de peligro, los caballos también son dejados en la vía pública, pero con la diferencia de que si una agencia intenta removerlo, aparece el propietario.

Francisco Nieves, director de Control Ambiental de Ponce,  afirmó que ellos recogen caballos muertos “prácticamente todos los días”.

“De los cientos y quizás miles  que hemos recogido, nunca ha aparecido el dueño de un caballo muerto a reclamarlo. Sin embargo, si apareciéramos nosotros con un tráiler a recoger los caballos vivos para tratar de establecer un control, entonces aparecen 100 dueños”, explicó Nieves sobre una situación que ocurre en varios municipios.

Sin tener las condiciones y preparación necesaria para atender a equinos, los dueños los sueltan en casi cualquier lugar donde haya pasto.

“Los sueltan en los parques de pelota y cuando vamos a tratar de sacarlos aparecen 20 dueños, pero al otro día ese mismo caballo tiene un accidente en la vía pública y el dueño no aparece”, dijo para ilustrar la falta de responsabilidad.

Hace dos semanas un caballo bastante deteriorado que cayó por una zanja tuvo que ser sacrificado después de varios días de tratar de salvarlo. El dueño nunca apareció y las agencias tuvieron que hacerse cargo.