Siguen colgados o tirados, ya sea en la calle o hasta en patios residenciales. Llevan meses así, atentando contra la seguridad de las personas.

Se tratan de los incontables postes del tendido eléctrico o de telecomunicaciones que están caídos, partidos o guindando desde el paso del huracán María por Puerto Rico en septiembre pasado y que no han sido reparados.

No te acerques y avisa a la AEE

Leonardo Aquino, quien posee un bachillerato en ingeniería civil y que labora actualmente en el área de telecomunicaciones, alertó sobre el peligro que representan los postes del tendido eléctrico y los árboles que permanecen por encima de la cablería en los patios de residencias y a orillas de carreteras del país.

“Añade peligrosidad a la situación el sistema que está tan vulnerable y se prendió de una manera temporera para subir el servicio. Eso puede causar riesgo en cablería energizada que están bajitas y en el piso”, explicó Aquino.

A su vez, orientó a la ciudadanía para que tampoco haga contacto con la cablería de telecomunicaciones, ya que pueden estar energizadas también y corre el riesgo de recibir una descarga eléctrica.

“No se debería ni pegar (acercar), si uno se pega al cable no tiene ni que tocarlo ya que puedes provocar un arco eléctrico. Dependiendo del voltaje del cable es la distancia a la que uno puede estar cerca. En un cable de poco voltaje la distancia mínima tiene que ser de unos cuatro pies. Mientras va subiendo el voltaje se tiene que estar más lejos”, agregó Aquino.

Exhortó a dar la voz de alerta bien sea a la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) o a los proveedores de servicios de telecomunicaciones para que personal adiestrado resuelva el problema.

En el caso de los postes que ofrecen alumbrado a las autopistas, la responsabilidad recae en el Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP), según indicó su titular, Carlos Contreras. Mientras que otros son de telecomunicaciones o de la AEE.

“Es DTOP la agencia que tiene la tarea de recoger escombros relacionados a postes, ya sea en autopistas o en otras carreteras, pero no puede por el momento tocar los de la AEE”, explicó.

Primera Hora procuró una reacción del secretario del Departamento de Seguridad Pública, Héctor Pesquera, pero al cierre de esta edición no hubo respuesta.

Aunque son innumerables los postes que continúan averiados, al igual que las carreteras sin reparar, nadie parece saber cuándo finalmente las van a arreglar.

Los postes no son prioridad

La AEE, por su parte, no reveló ayer si cuenta con un inventario de los postes caídos o al punto del colapso. En cambio, sí reconoce que hay problemas en algunos maderos a los que ha retirado líneas de tendido. La prioridad, según se indicó, sigue siendo el restablecimiento del sistema energético.

“El jefe de Operaciones Técnicas de la AEE, Carlos Alvarado, informó que durante el periodo de la emergencia la prioridad de la corporación pública es restablecer el servicio eléctrico a la mayor cantidad de clientes posible. No obstante, indicó que, durante el proceso, la AEE envía personal a retirar líneas del tendido eléctrico o postes en el suelo que representen peligro, para luego proceder a remplazarlos”, rezan las declaraciones escritas de la AEE.

Esto contrasta con las denuncias de numerosos ciudadanos que ven día a día cómo se tambalean los postes en las carreteras del país.

La corporación pública recordó que las empresas de telecomunicaciones utilizan postes y que la AEE debe esperar en algunos casos por ellas.

Alvarado también adelantó que la AEE está negociando un acuerdo de colaboración con otras dependencias gubernamentales para acelerar los trabajos de recogido y disposición de líneas del tendido eléctrico, así como de postes a través de toda la Isla.

A más de ocho meses del huracán María, y venciéndose el último plazo público de la corporación, la AEE todavía no ha energizado a unos 11,543 abonados.

Distinto el enfoque de la recuperación

La conflictividad social provocada por la falta o limitación del servicio eléctrico es más preocupante que los daños estructurales visibles del sistema, según opinaron expertos en tema de energía.

“Desgraciadamente, el énfasis se ha puesto en la parte física del sistema eléctrico puertorriqueño como los postes, transformadores, en las millas de cable que se cayeron. Pero esto va más allá”, comenta el doctor Cecilio Ortiz García, miembro del Comité Timón del Instituto Nacional de Energía y Sostenibilidad Isleña de la Universidad de Puerto Rico.

Ortiz especificó que más allá de “levantar postes” el enfoque de recuperación del débil sistema de energía eléctrica que hay en Puerto Rico debe iniciarse desde una convergencia colaborativa en la que en el nuevo cuadro de red energético del País no sólo participen ingenieros, sino que en el proceso se incluyan análisis de sicólogos, sociólogos, demógrafos, entre otros profesionales.

“No sólo son los postes y cables de luz en el piso…  hay que vigilar el sistema sociométrico que hace que la energía tenga un valor para el bienestar social. Valor en la salud, valor en la transportación, valor en la educación, valor en los alimentos… ya vimos con María cómo la energía lo toca todo. Cuando se cayó la energía, se cayó todo”, resaltó quien, precisamente ayer, participó del lanzamiento del “Manual del Consumidor Residencial de Energía Eléctrica”, una herramienta de orientación para estar más preparados al momento de enfrentar una emergencia.

Sin fecha el arreglo de las carreteras

Más allá de los postes, el DTOP enfrenta la reparación de las carreteras.

La inversión necesaria para poner en condiciones las vías de tránsito del País ascendería a unos $500 millones, dijo Contreras para lo que tampoco hay una fecha para terminar con el proceso “porque se trata en ocasiones de procesos complejos.

“Hay mucho trabajo por hacer”, sostuvo Contreras, quien también trabaja con el restablecimiento de los puentes en los municipios.

Los reporteros Bárbara Figueroa y Daniel Rivera colaboraron en esta historia.