No nació en un asteroide, sino en una finca en Cabo Rojo, Puerto Rico.

“Principito”, el potrito enano más pequeño nacido en esos lares, pudiera ser el más pequeño del mundo. Nació el 7 de junio y midió 13¾ pulgadas,  menos de lo común en su raza, conocida como falabella, una rara especie de equino que llegan a medir de 18 a 20 pulgadas al nacer, según Edgar Ruiz, criador de animales en miniatura en Cabo Rojo. Ruiz destacó que “el récord mundial son 14 pulgadas”.

“Le llamamos Principito”, en referencia a su diminuta estatura. Hijo de la yegüita Blue de 28 pulgadas y su padre “el albino Príncipe”, Principito nació con el síndrome de enanismo, lo cual –según el experto criador - esta particularidad suele acompañar a la especie con padecimientos del corazón.

El potrito duró muy poco. Lamentablemente murió a las 4:17 de la tarde del domingo 9 de junio, dejando desolado a uno de sus amigos en la finca, el perro “bully”, quien aparentemente entabló una amistad con el Principito. Además de su estatura, el potrito tenía de especial un ojito azul y uno marrón. El can medía más que el potrito y se la pasaba lamiéndole todo el tiempo como si fueran viejos amigos.

Para Ruiz, la pérdida de Principito fue lamentable, aunque no es la primera vez que pierde una cría por esta condición, según dio a conocer. El año pasado nació un potrito con la misma estatura y duró apenas cinco meses. Ciertamente, dos días y medio de vida fueron muy poco, pero como cita la novela francesa, cuyo personaje le dio nombre a este potrito especial “lo esencial es invisible a los ojos”. Principito trajo a esta finca mucha alegría, aunque por un par de días.

Luego de abandonar la crianza de caballos de paso fino, Ruiz comenzó hace unos años a criar caballos miniatura. Su primera apuesta fueron dos yeguas, que “fueron un éxito”. Atrajeron tanto la atención de los curiosos en la región, que motivó a Ruiz a criar esta especie de caballo miniatura para la venta y promoverlos en competencias internacionales.

“Trajimos una docena de yeguas y las pusimos a criar”, indicó Ruiz vía telefónica a Primera Hora. Desde entonces, amplió su oferta trayendo cerditos y cabritos en miniatura también. La finca queda ubicada en la carretera 103 por el sector Arsenio Zapata, por el Camino Radí Ramírez.

“A la gente le gusta verlos y vienen de todas partes para conocerlos”, indicó el criador, quien no desiste de poder dar con el caballito enano más pequeño del mundo.