Llegó el verano, época en la que cientos de familias puertorriqueñas y también turistas sacan un tiempo para compartir en las playas de Puerto Rico.

Una corriente es un flujo de agua superficial -o casi superficial- en el océano que transcurre desde la costa hacia el mar, o sea, en contra del movimiento natural de las olas. Son provocadas por la energía que produce la ola al romper irregularmente en la costa y su intensidad varía dependiendo de la topografía del lugar. 

Pero a menos que la persona sea un experto en el mar, pocas veces se puede apreciar a simple vista la corriente, lo que lo convierte en una trampa que, si no se conoce cómo enfrentarla, puede costar vidas.

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“El peligro más grande que tienen las playas de Puerto Rico es su alto contorno de arrecifes con la alta energía de olas. A base de esa unión, en Puerto Rico hay bastante energía en corrientes de resacas, no solo de orillas sino distintos tipos de corrientes”, explicó Gerson Caraballo, director de la seguridad acuática de la Federación de Surfing de Puerto Rico y jefe de los voluntarios rescatistas de océanos de Isabela, conocidos como Carey Ocean Rescue Unit.

Según Caraballo, en Puerto Rico existen sobre 1,200 playas, de las cuales “alrededor de 1,100 son peligrosas”.

Mencionó las costas de Isabela, Rincón, Luquillo, Arecibo y Manatí como algunas de las que más se han reportado corrientes que han costado vidas y estimó en cerca de 40 las personas que mueren en Puerto Rico cada año por esta misma causa, con la gravedad de que las cifras van en aumento. 

“Una de las razones más grandes para los ahogamientos es el pánico, porque te lleva a tomar decisiones que no te van a salvar”, manifestó el rescatista de 32 años de edad y con más de 16 años de experiencia como salvavidas.

Según explicó, cuando una persona es arrastrada por una corriente, debe dejarse llevar por la fuerza del mar hasta que logre salir por unos de los costados hasta alcanzar la orilla.

“Debes nadar paralelo a la corriente. Nunca nades en contra de la corriente. Esa es la razón número uno de ahogamientos en el mundo. Sales de la corriente, nadas en paralelo a la corriente y luego vuelves a la orilla”, contó.

Caraballo, certificado en rescate a mar abierto desde el 2012 y quien ha servido de salvavidas voluntario en la playa Jobos desde hace cinco años, exhortó a las personas a prepararse, incluso, antes de llegar a la playa. 

“Primero, tienes que saber nadar. En Puerto Rico, el 85% de las personas no saben nadar. Además, cuando vayas a salir de tu casa, verifica el tiempo y cómo están las corrientes y el oleaje en la playa que quieres visitar”, sostuvo, al tiempo que recomendó preguntar a los bañistas locales sobre las corrientes en el mar y cuán seguro es bañarse en el lugar.

Finalmente, exhortó a la Compañía de Turismo a recopilar y tener disponible la mayor cantidad de información posible sobre las costas del país para beneficio de los visitantes.

Playas más traicioneras

La belleza que se puede apreciar en estas playas en nada tiene que ver con la seguridad de sus aguas, pues contienen corrientes que nos pueden arrastrar. Conoce cuáles son donde han ocurrido mayores ahogamientos: 

Isabela (Muertes: 17)
Playa Jobos
Playa Sardinera
Villa Pesquera
Montones
Teodoro
Túnel Guajataca
Playa Villa Montaña

San Juan (Muertes: 15)
Paseo Gilberto Concepción de Gracia, Muelle #3
Escambrón
Condado

Fajardo (Muertes: 13)
Playa Escondida
Palominito
Cayo Lobos
La Pared
Costa Azul
Icacos

Arecibo (Muertes: 10)
Villa Don Goyo
Cueva del Indio
Islote
Poza del Obispo
Malecón

Luquillo (Muertes: 10)
Hotel Yunque Mar
Balneario La Monserrate
Playa Azul
Kioscos de Luquillo

Rincón (Muertes: 10)
Córcega
Punta Higueras
Sector Candy
Marías
Black Eagle