En Puerto Rico, un 62% de los niños menores de cinco años viven bajo el nivel de pobreza y la tasa de desempleo de sus padres alcanza el 29% y va en aumento.

 Además, un 38% de las familias con hijos en ese periodo de edad temprana (0 a 5 años) no son elegibles para programas de asistencia pública, por no ser considerados bajo el nivel de pobreza, lo que afecta directamente a las familias de clase media o trabajadora.

 Estos son solo algunos de los hallazgos de una investigación sobre la niñez temprana en Puerto Rico realizada por la Fundación Agenda Ciudadana (FAC), en colaboración con estudiantes del bachillerato de Investigación Acción Social de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Humacao, y personal del Proyecto Sembrando Futuro, de Fondos Unidos de Puerto Rico.

 Los resultados y las recomendaciones del estudio fueron presentados en una conferencia de prensa, en las oficinas de Fondos Unidos de Puerto Rico, en San Juan, donde, además, se hizo entrega de una publicación que resume los hallazgos de la investigación.

El estudio, que inició en enero pasado y continúa desarrollándose, utilizó el modelo de ecosistemas de familias, que se fundamenta en que el desarrollo de las familias y los niños surge de la interacción del ambiente que les rodea. En ese ecosistema, se encuentran los servicios que reciben, las políticas públicas que se crean, la comunidad, la iglesia, la escuela y los medios de comunicación, entre otros componentes de la sociedad.

 La investigación pretende servir como punta de lanza para iniciar acciones concretas para trabajar a favor de esta población, ya que según los investigadores, está demostrado que invertir en el desarrollo temprano redunda en beneficios futuros para la sociedad.

 Samuel González, presidente de Fondos Unidos de Puerto Rico, uno de los que impulsa esta iniciativa multisectorial, habló sobre el cambio que se quiere generar con este proyecto.

 En su presentación, González dijo que el 19% de los niños que nacen son de jóvenes de 14 a 19 años de edad, el 40% de los jóvenes no logra obtener su diploma de cuarto año y donde el gobierno invierte $4,700 en educación primaria, comparado con un preso que podría llegar a costar $100,000.

"Encontramos un vacío increíble en los servicios y en nosotros como país en apoyar a nuestra niñez temprana", sostuvo González al citar las estadísticas para contextualizar el escenario social del país.

"Nosotros queremos cambiar eso y no podemos hacerlo solos, por eso está esta alianza, este nuevo modelo de trabajar como país para darle las herramientas necesarias a nuestros niños para lograr su máximo potencial. Vamos a conseguir un buen país y vamos a tomar las decisiones políticas, económicas, sociales, educativas que realmente van a arreglar el Puerto Rico de hoy, pero para eso estamos haciendo este reto que vemos en este suplemento en el que tenemos que trabajar todos unidos para mover esa carreta, ese vagón, que es muy pesado para una sola persona", agregó el presidente de Fondos Unidos de Puerto Rico.

María de Lourdes Lara, directora ejecutiva de FAC, por su parte, expuso que uno de los problemas principales que se identificó en la investigación es que se siguen atendiendo los problemas del país en poblaciones fraccionadas y con iniciativas que se contradicen unas a las otras, y que muchas veces no llegan a ningún lado.

 Además, manifestó que el modelo patriarcal actual, sigue responsabilizando al núcleo familiar por los problemas de los niños y niñas, sin observar las condiciones de violencia, pobreza o exclusión que enfrentan muchas familias puertorriqueñas.

"Hay una inversión gigantesca, hay mucha información, hay muchas iniciativas, pero están extremadamente desarticuladas y hay poblaciones que ahora mismo no se saben cómo atienden a sus niños y qué servicios tienen, como es la clase media trabajadora", expresó Lara para agregar que se necesita seguir trabajando de forma unánime y con una visión multisectorial.

"Necesitamos crear solidaridad y empatía entre todos y todas porque este proyecto no somos nosotros, este es el proyecto que necesita Puerto Rico para tener familias saludables", agregó.

 Durante los próximos meses, FAC llevará a cabo diálogos regionales para comenzar a buscar alternativas al problema de la falta de atención a la niñez temprana, y tanto el sector público, como el privado, así como entidades dedicadas a la niñez, se comprometieron en seguir laborando en conjunto para comenzar a buscar soluciones concretas.

 A manera de ejemplo, el presidente de Fondos Unidos de Puerto Rico dijo que la organización sigue trabajando con la Fundación Ángel Ramos en el proyecto Talleres Aprendo, que ha impactado a sobre 1,640 centros de cuido, dándole apoyo.

 Además, adelantó que próximamente se anunciará una alianza con el Departamento de la Familia y que se continúa con los talleres de crianza en el área sur este del país que se llevan a cabo en colaboración con el Departamento de Salud.

 Mientras, José Luis Castro, director del programa Sembrando Futuro, habló de dos programas pilotos en Dorado y Cataño, donde ya se comenzó a trabajar para buscar estrategias en consenso con líderes comunitarios, religiosos, gobierno y la empresa privada.

"Si nosotros como país nos dedicáramos a invertir en la niñez temprana no tendríamos que estar interviniendo tanto y gastado tanto en corregir", indicó Castro.

 El suplemento Ecosistema social de familias, que resume los hallazgos de la investigación sobre la niñez temprana, fue entregado a representantes del sector privado, de los medios de comunicación, de la academia, de entidades sin fines de lucro y de las familias puertorriqueñas.