La fuerte temporada de huracanes que trajo a la Isla los terribles vientos de Irma y María, finalmente ha concluido.

Este periodo de tiempo ciclónico se extiende todos los años desde el primero de junio, hasta hoy 30 de noviembre.

No es ningún secreto que  esta temporada que concluye fue mucho más activa que otras, y produjo  fenómenos que no se habían registrado antes en la historia, según  explicó el meteorólogo Ernesto Rodríguez, jefe de operaciones y ciencia del Servicio Nacional de Meteorología (SNM) en Puerto Rico.

“La temporada 2017 fue la más activa en el Atlántico desde el 2012, teniendo 17 tormentas con nombre, 10 fueron huracanes, y seis de ellos huracanes mayores (con más de 115 millas por hora)”, resumió Rodríguez.

Se trató de una temporada bien fuera de lo común. Una temporada tradicional de huracanes solo tiene dos huracanes considerados mayores, , según explicó Rodríguez, por lo que el 2017 fue tres veces más severa en lo que a ciclones de más de 150 millas se refiere.

Aclaró que se trató de una temporada “activa pero no es inusual”. Ejemplo de esto es que ha sido la quinta más activa en términos de intensidad y duración de los sistemas.

Recordó que en el 2005 se formaron sobre el océano Atlántico 28 tormentas, 15 huracanes, con 7 de estos ciclones con vientos mayores a las 115 millas por hora, aunque ese año ninguno se acercó a Puerto Rico.

Pero hubo varios elementos que no se habían registrado antes en la historia, explicó Rodríguez. Por ejemplo, es la primera vez en la historia que hay dos huracanes de 150 millas o más (José e Irma) en el mismo momento en el Atlántico.

“Otra cosa que  ocurrió esta temporada es que el huracán Irma fue por 37 horas un huracán categoría 5 con 185 millas por hora. El récord anterior era el supertifón Haiyan, en el Pacífico de 24 horas”, dijo Rodríguez. Irma fue el más poderoso registrado en cruzar el Atlántico, precisó.

Un aspecto adicional de esta temporada de huracanes que casi no tiene comparación es el monto de los daños causados por el ciclón. María, que dejó sin electricidad a Puerto Rico, afectó las comunicaciones y destruyó decenas de miles de residencias, ha causado daños estimados preliminarmente  en $102,000 millones. Esto lo coloca por debajo solamente de Katrina, que en su azote sobre Louisiana en el 2005 causó pérdidas de $161,000 millones, mientras que Sandy, en el 2012, azotó al menos tres estados y dejó unos $90,000 millones.

Tanto Irma como María se dejaron sentir sobre Puerto Rico. El primero pasó cerca del norte de la isla el 6 de septiembre con vientos de 185 millas y el segundo entró a Puerto Rico el 20 de septiembre con vientos de unas 155 millas por hora atravesando la isla. 

¿Qué provocó esta activa temporada huracanada?, Rodríguez dijo que fue una combinación de dos factores: primero, las temperaturas del océano fueron más calientes de lo normal y, segundo, los vientos cortantes (que cambian de velocidad y dirección desde la superficie a los niveles altos de la atmósfera) fueron débiles, y esto se debió a una transición del niño neutral a la niña débil (fenómenos que calientan o enfrían las temperaturas del agua).

Visita el especial del paso del huracán María.

¿Y para el 2018?

Es temprano para saber qué pasará en la próxima temporada de huracanes. Rodríguez dijo que no es hasta mayo que comienzan a estudiarse las temperaturas del océano, por ejemplo si el fenómeno llamado El Niño causa un gran calentamiento en el Pacífico que se manifieste en la región de Puerto Rico.

“Todo va depender de si los factores que ayudaron a que esta temporada estuviera fuera de lo normal se repiten. Hay que esperar”, indicó el meteorólogo.