La divulgación de fotos íntimas a través de Internet sigue siendo un problema para muchas personas que no se enteran del alcance o exposición hasta que ya es muy tarde.

Según la abogada Julizzete Colón, hay que aprender de estas situaciones y entender que si no borras la imagen, te expones a que tarde o temprano aparezca en una página web o en las redes sociales y el trámite para borrarla del ciberespacio es bien largo, complicado y no siempre es efectivo.

“Parte de lo que tenemos que entender es que estos dispositivos, aunque sean nuestros, no tenemos completo control de ellos no importa el password, los códigos de seguridad, no importa nada. En el caso de Lornna Soto ella alega que se apropiaron ilegalmente de su computadora… y ese es precisamente el punto: que podemos perder el dispositivo, nos lo pueden robar, se pueden apropiar ilegalmente de él y no hay control absoluto de lo que está allí adentro. Por lo tanto, hay que ser prudente”, dijo la también analista de medios cibernéticos.

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“A las figuras públicas mi consejo es que ellos saben que hay un alto interés en su persona, pues cuídese… Me da risa cuando dicen que las fotos son para cosas privadas cuando es que ya no hay privacidad, ¡entiéndalo!, privacidad absoluta la dejamos de tener con la tecnología, lo que tenemos son niveles atenuados en cuanto al espacio tecnológico se refiere”, alertó.

El sargento Luis Maldonado de la División de Crímenes Cibernéticos de la Policía coincidió en que si el teléfono celular o la computadora se le pierde, o incluso, si no sabe cómo funciona lo que ya ha instalado en ese dispositivo, usted está en riesgo de que se filtre todo material o imágenes que usted piensa que son sólo para su consumo.

“Muchas veces -como están los medios tecnológicos hoy en día- si no sabe cómo funciona una aplicación o dejas el celular mal puesto, es posible que veas una foto publicada. Tienes que conocer la tecnología y funcionalidades de todo lo que instalas en tu computadora. Hay que mejorar las contraseñas de acceso. Por ejemplo, hay muchos celulares o aplicaciones que automáticamente te guardan un backup de todo en una nube o en la memoria interna y si hay imágenes eso se queda dentro del teléfono, aunque hayas borrado los archivos de la conversación y alguien que sepa un poco más los puede accesar", explicó Maldonado.

Si a pesar de las advertencias, la imagen íntima que no quieres que se divulgue aparece en las redes o páginas electrónicas hay varias modalidades que se pueden presentar en los tribunales: entre ellas la pornografía de venganza, extorsión o acecho. A nivel civil se puede presentar también una demanda por daños y perjuicios. Pero ojo, que no todos los casos caen en esa categoría.

La pornografía por venganza es una especie de acoso en que las personas utilizan fotos comprometedoras cuando se dejan de su pareja y amenazan con publicarlas. “Eso es ejercer violencia sicológica y se puede bregar a través de las divisiones especializadas de violencia doméstica, pero la persona afectada tiene que ir al cuartel”, recordó el sargento.

En esos casos las autoridades se comunican con la red social para que preserve los datos y se le solicita que produzca información para investigar la cuenta desde la cual se publicaron las imágenes. De allí entonces se procede. Obviamente eso no ocurre de un día para otro.

Colón por su parte detalló que si la foto se publica en una página electrónica depende del dueño de la página, si es que lo consigues, para que decida si remueve la imagen o no. En redes sociales como Facebook o Twitter hay que reportar el acto a través de los mecanismos internos de cada uno y explicar detalladamente si se trató de un hurto de imagen para que se muevan.

La abogada entiende que Facebook e Instagram actúan más rápido y tienen menos tolerancia que Twitter, pero si se usa el argumento de la propiedad intelectual, puede ser que en general se decidan ayudar más rápidamente.

Pero no olvides que alguien pudiera retratar la pantalla en la que está la imagen -lo que se conoce como un ‘screenshoot’- y seguir divulgando la foto por otros medios como mensajes de texto u otras aplicaciones, aun después de que la foto se remueva de forma oficial.

El sargento dijo que la extorsión es cuando se le exige a la persona retratada dinero o que haga algún acto o hasta que retome una relación ya terminada, a cambio de no divulgar las imágenes. Eso está tipificado y se puede llevar a los tribunales.

“También hay un delito que se llama ‘violación de comunicaciones personales’, pero tiene que haber igualmente una querella de robo de celular, computadora o dispositivo. Si la imagen solo estaba guardada en ese celular, computadora o dispositivo, se puede monitorear y tratar de dar con el lugar desde donde se originó el mensaje” para que la persona responda, agregó el sargento.

No obstante, hay una laguna en las leyes y no hay protección cuando se trata de compartir una foto con una persona con la que no llevas una relación sentimental, no te extorsiona y simplemente recibe la foto y la ‘postea’.

“En esos casos hay un vacío en la legislación que se estaba tratando de llenar con varios proyectos que se radicaron y eran para cubrir estas situaciones y que fuera delito esta práctica de enviar fotos íntimas que después se publiquen. Si no hay amenaza o intimidación o si vendiste el teléfono, te lo robaron y tus contraseñas son muy fáciles o si nunca sacaste la data vas a estar vulnerable. Otra cosa que hemos visto es que se comparten fotos con alguien que no sabías que era casado, la esposa encuentras las imágenes y las sube… eso pasa muy a menudo. Pues allí está ese mismo vacío y es poco lo que se puede hacer”, alertó el sargento.

“No queremos hablar de lo mismo, pero hay que seguir: parte de lo que hay que entender es que la ley no tiene el brazo para poder lidiar con situaciones como ésta, uno está a su propia suerte y es muy poco lo que uno puede hacer una vez es vejado de esta forma. Aunque suena trillado la precaución es la solución, y parece anuncio de los ‘80 pero es que tenemos las manos bastante atadas… sobre cómo detener la divulgación en internet, simplemente no hay control sobre eso”, enfatizó la abogada.