Ojeda Ríos tocaba la trompeta cuando lo impactó una bala.

La Comisión de Derechos Civiles de Puerto Rico (CDC) concluyó en el informe sobre la investigación de los sucesos ocurridos en Hormigueros, el 23 de septiembre de 2005, que la muerte de Filiberto Ojeda Ríos, dirigente del Ejército Popular Boricua-Macheteros, fue ilegal.

Se concluye además que de acuerdo con el testimonio, durante las vistas investigativas, de un perito en heridas de pulmón, que si se le hubiese dado atención médica inmediata a Ojeda Ríos, hubiese sobrevivido porque la rotura de capilares es de fácil cicatrización.

Del informe surge una revelación, un hecho desconocido hasta ayer: Ojeda Ríos tocaba su trompeta cuando recibió el impacto de una bala.

La información la reveló un investigador forense que llegó a la escena y presuntamente entrevistó a un policía de un task force federal.

“Ese policía dijo al investigador que en el momento en que Filiberto empezó a tocar la trompeta, se le hicieron tres disparos”, dijo el abogado de Ojeda Ríos, Luis F. Abreu Elías, en una rueda de prensa convocada ayer por la Coordinadora Caribeña y Latinoamericana de Puerto Rico, en la que estaban presentes los portavoces, Humberto Cintrón Fiallo y Lilliana Laboy.

“La Comisión citó al policía, pero ni la Policía, ni el FBI, ni la Fiscalía Federal ni el Departamento de Justicia, le permitieron declarar”, agregó Abreu Elías.

“Él no declaró, pero sí lo hizo, bajo juramento, el investigador forense que estaba en la escena”, apuntó.

De hecho, en el informe de 212 páginas se incluye en la lista de evidencia una foto de la trompeta.

La trompeta aparece fuera de la casa, cercana a un bloque que servía de escalón.

Abreu Elías recalcó que, aunque esa foto forma parte de la evidencia de la CDC, no estaba incluida en la lista de evidencia del FBI.

A preguntas de este diario, Abreu indicó que la melodía que tocaba Ojeda era del creador del mambo, el cubano Dámaso Pérez Prado, que fue utilizada en un documental del Che Guevara.

Según indicaron los portavoces de la Coordinadora, Ojeda Ríos comenzó a tocar su trompeta luego de haber concluido la conversación con el agente negociador, al que le puso como condición para su entrega la presencia del periodista Jesús Dávila.

“Filiberto ya había terminado. Ahí se escucha tocando una melodía. Bryan (el agente federal) hace tres disparos. Uno atraviesa la nevera, una de las balas, un libro, Las mil y una noche. El tercer fragmento lo localizaron en el chaleco de Filiberto”, indica Abreu, aludiendo al informe.

En el informe se concluye que la herida que recibió Ojeda Ríos laceró los vasos sanguíneos que coagulan rápidamente. Con un tratamiento médico, Filiberto no hubiera muerto, dijo.

La CDC concluyó y publicó el informe el 31 de marzo de 2011. Sin embargo, no lo habían dado a conocer. Los miembros de la Coordinadora revelaron que no fue hasta el miércoles que le informaron en un escueto comunicado que el informe estaba listo, pero que no lo podían dar a conocer porque “es año electoral y existe una veda”.

“En marzo de 2011 no había veda electoral”, comentó Abreu.

Cintrón Fiallo indicó que el informe contiene información y testimonios valiosos que no habían salido a la luz anteriormente.

“Es notable, tanto en esta investigación como en la del Departamento de Justicia de Puerto Rico, la negativa de las autoridades federales a cooperar y permitir el interrogatorio a varios funcionarios y ex funcionarios que tuvieron participación y responsabilidad en el asesinato”, afirmó Fiallo.

Abreu destacó que para cualquiera que sepa un poco de derecho sabe que “muerte ilegal” significa “asesinato”.

Laboy, por su parte, señaló que, aunque se recomienda que se abra la investigación, no tienen confianza ni en las autoridades estatales ni en las federales, por lo que podrían acudir a un organismo internacional. Planteó la alternativa de “celebrar un tribunal del pueblo”.