Hatillo.- El sillón de ruedas de don William Olmos se mueve sin problemas en los pasillos de su refugio en la escuela Padre Aníbal Reyes. Pero llega hasta allí. La situación con Olmos es que aún no sabe a dónde puede mudarse después de perder su residencia en el barrio Islote de Arecibo a dos semanas del paso huracán María.

“Todavía no sé”, dijo el señor de mayor edad. “Se fue el sombrero (techo) de mi casa y yo vivía allí solo. No tengo un lugar seguro a donde ir. Mi familia más cercana no he dicho nada. Aquí estoy esperando todos los días”, continuó Olmos.

Olmos es una de las 69 personas que permanecen refugiadas en este plantel escolar en el barrio Campo Alegre de Hatillo. El refugio opera bajo la administración de American Management, una entidad privada del Departamento de la Vivienda.

Martha Mercado, empleada de esta corporación, precisó que la mayoría de los refugiados residen en Arecibo. Algunos, como Olmos, primeramente, fueron ubicados en la escuela María Cadilla en Arecibo y luego trasladados a esta escuela en Hatillo.

Casi todos los refugiados son personas de edad avanzada y atraviesan por la misma situación de Olmos.

Minerva González, del barrio San Daniel, tampoco sabe cuándo saldrá de este refugio.

“Perdí el techo de mi casa y mi hija también perdió el zinc de su casa. No puedo irme con ella. Aquí sigo esperando”, dijo la anciana con resignación mientras conversaba con Olmos.

Una de los refugiados más jóvenes, Sebastián Reyes, dijo que espera salir pronto con la ayuda del Departamento de la Vivienda. “Me voy para una vivienda pública. Ya hice la petición y me dijeron que me van a ubicar en una vivienda”, dijo Reyes, de Islote.

Todos los entrevistados, a su vez, resaltaron el trato recibido en el refugio.

“Aquí, me han tratado bien. Lo único es el agua caliente”, dijo Reyes, al tiempo que Olmos señaló que “aquí estoy muy bien. Me dan todo lo que necesito”.

La cantidad de refugiados ha disminuido en las últimas dos semanas, dijo Mercado. Precisó que la cifra después del huracán fue de 160. Mercado, sin embargo, no supo precisar cuándo cerrará el refugio. “No sabemos todavía”, contestó Mercado al indicar que departamentos como el de Vivienda y el de Salud visita diariamente la escuela.

Wanda González, enfermera de la agencia de Salud, dijo que no hay ninguna situación preocupante con la salud de los refugios ni con la higiene del lugar. “Todo está canalizando bien. Ya trajeron agua para los baños, se le están supliendo los medicamentos a los que necesitan y hoy (ayer) una embarazada fue llevada a su cita médica”, detalló González. “Incluso, un epidemiólogo vino a visitar el refugio, al  igual que un psicólogo. Todo está fluyendo bien”.

Uno de los refugiados – que habló en anonimato- denunció que ningún personal del Municipio de Arecibo ha visitado el refugio desde el paso del huracán. “La gente de Arecibo ha brillado por su ausencia, cuando la mayoría de los estamos aquí somos de Arecibo”, dijo.

En tanto, los refugiados recibieron ayer la visita de la agrupación Alegoría Musical para brindarle un momento de entretenimiento. El grupo, integrado por Miriam Soberal, Luis Mieles e Irving Hernández, deleitó a los presentes con un amplio repertorio musical. Ellos llegaron como voluntarios al lugar.

“La experiencia ha sido fabulosa. Venimos a levantar el espíritu y el ánimo en un momento tan difícil. Hay que levantar los corazones”, dijo Soberal, la cantante de la agrupación.