El cantante Ricky Martín se unió hoy, miércoles, a los reclamos por la liberación del prisionero político puertorriqueño Oscar López Rivera y el anuncio de su apoyo generó gran entusiasmo entre los presentes en la Plaza de Armas, en el Viejo San Juan, donde cientos se han convertido en presos temporales en dos celdas similares a las que habita el sentenciado oriundo del pueblo de San Sebastián.

El sacerdote Ángel Dario Carrero hizo el anuncio sobre el gesto de Ricky Martín de unirse a la jornada por la excarcelación de López Rivera.

“Como demócrata, artista y activista de derechos humanos, hoy me uno a las miles de personas que solicitan al Presidente Barack Obama la excarcelación de nuestro hermano, Oscar López Rivera, quien ha estado encarcelado en los Estados Unidos por 32 años, convirtiéndose en el prisionero político puertorriqueño que más tiempo ha pasado tras las rejas”, indicó Martin en declaraciones escritas.

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“Me siento orgulloso de poder estar con mi pueblo en esta lucha aunque sea a distancia”, expresó Ricky en la misiva en la que denuncia la sentencia "desproporcionada" que cumple el prisionero político aun cuando no ha sido acusado ni convicto por causar daño o muerte a nadie.

Carrero también anunció que la Confederación Latino Americana de Religiosos (CLAR) también se pronunció a favor de la liberación de López Rivera. Recordó que esa entidad ha sido clave en la luchas para defender a los indígenas, en gestiones para proteger la Amazonia, así como en la protección de los recursos naturales.

 Poco después del mediodía el cantante Chucho Avellanet entró a confinamiento temporal en apoyo López Rivera. Mientras un solitario violinista interpretó el tema En mi Viejo San Juan.

Minutos antes, el representante Luis Vega Ramos y el sacerdote Carrero se sumaron a una decena de ciudadanos que al mediodía completaron confinamientos temporales en la réplica de una estrecha celda de la prisión federal de Indiana donde cumple sentencia por "conspiración sediciosa" el puertorriqueño Oscar López Rivera.

Tras las rejas, Carrero, jefe de la orden franciscana en Puerto Rico y el Caribe, optó por postrarse en el piso en actitud de profunda reflexión. Al salir de la celda, explicó que la postración de los sacerdotes católicos, en la liturgia cristiana, se lleva a cabo en momentos trascendentales.

Recordó que la acción se hace el Viernes Santo, cuando se reflexiona sobre "la indignación de la cruz" y el castigo de "Jesucristo, un inocente". También se lleva a cabo al momento de la ordenación sacerdotal, cuando "nos postramos para pedir que los santos vengan a nuestra intercesión y ayuda".

Precisó que el signo de postración llevó un mensaje dual de "oponernos a la encarcelación injusta y para invocar a todo el pueblo de Dios para que interceda por la excarcelación de un hermano nuestro".

Afirmó que todos los puertorriqueños pueden contribuir al proceso de liberación y precisó que llevó la biblia y leyó un pasaje de Isaías en el que se pide que el espíritu de Dios se pose sobre los religiosos, "no para juzgar a la gente, sino para anunciar la liberación de los cautivos, porque esa es nuestra misión".

Sin embargo, Carrero lamentó que "a veces los religiosos hemos perdido nuestro norte y quisiera que estuviéramos más en los lugares apostando a la liberación de los cautivos, llevando consuelo, no juicio".

Temprano, al inicio de los encarcelamientos simbólicos, las campanas de la catedral de San Juan repicaron por tiempo prolongado en un gesto de solidaridad, que la alcaldesa capitalina, Carmen Yulín Cruz, elogió y agradeció al arzobispo Roberto González Nieves.

Líderes de la organización Madres Contra la Guerra, el exgobernador Aníbal Acevedo Vilá y el empresario Atilano Cordero Badillo también clamaron por el indulto presidencial para López Rivera.

Figuras públicas de diversas ideologías y trasfondos se "encierran" en unas "celdas" ubicada en las plazas de varios municipios y que fueron hechas como réplicas a la que ocupa actualmente López Rivera.