La persistente debilidad económica de Puerto Rico, los cambios demográficos que sufre el país y hasta el problema de seguridad pública están cambiando la forma de hacer negocios en la industria de alimentos de la Isla y amenazan con forzar nuevos cierres de establecimientos.

De acuerdo con el estudio Retrato de la Industria de Alimentos, en el segundo semestre 2012, la economía de Puerto Rico sufrirá otra contracción o reducción durante el presente año fiscal, los asalariados tendrán menos ingresos a partir del próximo mes de enero y existe una fuerte presión para aumentos en los precios de los alimentos.

El trabajo, realizado por la empresa Advantage Business Consulting para la Cámara de Mercadeo, Industria y Distribución de Alimentos (MIDA), destaca que la reducción en el ingreso de los asalariados es producto de que al finalizar este mes de diciembre termina el alivio federal que redujo en un 2% la deducción que se le hace a los trabajadores para su aportación al seguro social.

A partir de enero próximo, de no ocurrir otra extensión en lo que resta del mes, se restaura ese 2 % y la deducción volverá a ser de 6.2 %.

La presión sobre los precios, por otro lado, es producto de una sequía que afecta a Estados Unidos y el alza prolongada en los costos energéticos y los combustibles, lo que impacta directamente la distribución.

Este cuadro económico afecta adversamente a los consumidores, que se ven forzados a reducir sus gastos y moderar sus hábitos de consumo.

Según este estudio, el efecto inmediato de esos cambios, además de la reducción del gasto, es la reducción en la venta de productos de conveniencia y discrecionales, también en las llamadas marcas “premium”, y el crecimiento del segmento de valor y marcas privadas.

Hay también presión sobre los márgenes de ganancia “por la dificultad de pasar aumentos de precios a un mercado con menos gente y una situación económica frágil”.

Los cambios demográficos, a su vez, producen una reducción del volumen de ventas debido a la contracción en la población; a que las personas mayores consumen menos; el valor de la compra promedio se reduce en familias más pequeñas; aumenta la importancia del seguro social al distribuir por día las ventas en el mes y al hecho de que las personas mayores tienen más tiempo para buscar y aprovechar ofertas en los llamados “shoppers”.

Para los comerciantes, estos cambios han forzado la oferta de tamaños menores de productos, expansión de sus líneas para mejorar su atractivo hacia los consumidores adultos, aumento en la importancia del factor salud en su oferta, transición de carne roja a pollo por razón de salud y económica, mayor énfasis en frutas y vegetales y en la venta de productos bajos en sal y menos azúcar.

Debilitada la Industria alimentaria

El estudio concluye que las ventas en el sector de alimentos están estancadas, que los precios se mantienen estables a pesar de aumentos en el origen, que existe mayor control en la nómina y reducción en la fuerza de trabajo y que, para contrarrestar la situación económica, “la publicidad aumenta más que la nómina y que las ventas”.

más consolidaciones y menos inversión

Entre los datos que ofrece el estudio se incluye que la tendencia de reducción de empleos en el sector de tiendas de alimentos provocó una baja de 25,900 empleos en agosto 2011 a 22,900 en agosto 2012.

Destaca también que las ventas de alimentos se redujeron moderadamente durante el mismo periodo de $432 millones a $422 millones.

La misma presión económica sobre el sector llevó a que la inflación de los alimentos se haya mantenido moderada con un aumento de 1.5% de octubre de 2011 a 2012, que está por debajo de la inflación general que estuvo en 1.7 %.

El trabajo de Advantage fue presentado ayer ante miembros MIDA y comentado por un panel de empresarios del sector.

“El cambio en la composición de la familia puertorriqueña, el acceso a la información y la facilidad de comunicación, hacen necesaria la búsqueda de alternativas que sean relevantes para el consumidor de hoy; los métodos tradicionales de mercadear y atraer consumidores tienen que ser repensados”, opinó Freddie Hernández, Director de Ventas de Procter & Gamble.

En iguales términos se expresó Juan Carlos Agosto, tesorero de la Junta de Supermrcados Econo. “Ante el panorama que nos presenta nuestra situación actual, la industria tiene una oportunidad, o más bien una responsabilidad, de diversificar sus ofrecimientos a tono con la nueva realidad de los consumidores”, dijo.

Reclamo al Gobierno

“Ya es tiempo de que la administración gubernamental ponga un detente a la práctica de gobiernos anteriores, de ambos partidos de mayoría, de invertir recursos para incentivar el establecimiento de firmas foráneas de ventas al detal, facilitarles la permisología y concederles incentivos, que no se hacen disponibles a los comerciantes locales. Ellos no los necesitan”, reclamó el director ejecutivo de Supermercados Selecto, Edwin Colón Pérez.

“El valor de este estudio y del panel es que nuestros socios tengan los elementos necesarios para encarar los desafíos que se esperan en la economía para el 2013, pero no menos importante es reclamar a nuestros gestores de política pública que nos provean las herramientas para enfrentarlos con éxito”, dijo por su parte el presidente de MIDA, el Dr. Ferdysac Márquez.