Guaynabo. Un total de 217 jóvenes obtuvieron hoy su diploma de cuarto año del Programa Juvenil PR Youth ChalleNGe Academy de la Guardia Nacional en ceremonia celebrada en el coliseo Mario “Quijote” Morales, de Guaynabo.

La Clase Graduanda 18-02 tuvo la participación de 46 féminas y 171 varones, representativos de los 78 municipios del País, informaron en un parte de prensa. 

Entre los graduandos, 26 estudiantes alcanzaron la distinción de alto honor y 25 de honor, mientras que 10 jóvenes fueron reconocidos con los galardones más importantes del programa. 

El 96 por ciento de los cadetes han decidido continuar estudios postsecundarios.

“Esta ceremonia marca el resultado del deseo de superación que cada uno de estos cadetes han tenido aun cuando las circunstancias no han sido las mejores, luego del paso del huracán María. Estos jóvenes comenzaron este proceso que les ha permitido ver la vida de modo diferente y le ha dado las herramientas educativas necesarias para seguir adelante”, dijo el ayudante general de Puerto Rico, general de Brigada Isabelo Rivera.

“Este logro demuestra que aún hay esperanzas para nuestro país”, añadió.

El programa PR Youth ChalleNGe Academy busca ayudar a redefinir las experiencias de vida de los jóvenes desertores escolares a través de un sistema que integra educación de excelencia y disciplina militar. Tiene una duración de 22 semanas y ha sido el medio por el cual sobre 5,700 jóvenes han logrado “rehacer sus vidas y han restablecido metas de valor para sí mismos por los pasados 19 años”.

“Cada uno de ustedes aceptó el reto de Challenge con la idea de mejorar sus vidas”, dijo Rivera. “Hoy, más que nunca, el país necesita de jóvenes como ustedes que estén dispuestos a marcar el camino de la vida ayudando a aquellos que los necesiten. Ya no hay puertas cerradas, ahora hay ventanas abiertas”.

El programa busca integrar el sentido comunitario en las vidas de los participantes a través de experiencias de campo que resultan en el mejoramiento de la calidad de vida de otras personas y de las comunidades en las que participan, sin recibir ninguna remuneración por su trabajo. 

Entre los logros de la clase 18-02 están: la acumulación de 10,064 horas de trabajo que impactaron escuelas, centros de cuidado para envejecientes y albergues de animales, así como intercambios deportivos en donde pudieron llevar un mensaje de superación a los jóvenes participantes.

Luego de graduados los jóvenes pasarán a un proceso de monitoreo y seguimiento de un año durante el cual sus mentores y familiares serán los facilitadores en el proceso de continuar adelante en la vida por el bien de sus familias, sus comunidades y el país.