Luego del impacto del huracán María, el solo hecho de percibir que un nuevo fenómeno atmosférico podría afectar a la isla, desestabiliza emocionalmente a la ciudadanía.

Tan reciente como a principios de este mes, las llamadas al 1-800-981-0023 de la línea PAS (Primera Ayuda Sicosocial), de la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (Assmca),  aumentaron considerablemente ante la posibilidad de que el huracán Beryl nos azotara.

El promedio diario de llamadas a PAS podría rondar las 600, pero tras el huracán María la cifra sobrepasó las 700, y del 5 al 8 de julio pasado, de 1,823 que recibieron, 837 estuvieron relacionadas al paso de Beryl.

Según Suzanne Roig, administradora de Assmca, para el 2016 los reclamos de orientación y ayuda ascendieron a 91,330; para el 2017 las llamadas sumaron 118,684, y hasta el pasado 30 de junio de este año van 85,628.

El aumento, para la funcionaria, obedece a la promoción de la línea PAS y sus servicios con profesionales que ofrecen consejería y canalizan servicios las 24 horas, los siete días a la semana, de forma gratuita.

Los asuntos van desde personas que están pasando por una pérdida, un problema económico, los que sólo quieren desahogarse porque sienten un enorme peso en el pecho y hasta los que tienen ideas suicidas.

La doctora Monserrate Allende, coordinadora de la línea PAS, mencionó que durante los días previos al posible paso de Beryl cambió la razón de la llamada.

“El motivo de la llamada era que ‘no tolero más un evento como lo fue María… Llamaron reviviendo esa experiencia; personas que decían, ‘no puede ser que se me vaya de nuevo la luz; que pierda mis alimentos; todavía no me he recuperado de las pérdidas de mi casa, que lo que tiene es un toldo’”.

Aceptó que el solo anuncio de la trayectora de Beryl desestabilizó emocionalmente a una gran cantidad de ciudadanos.

Roig explicó que muchos de los que llaman “son personas que trabajan y tienen problemas económicos y que se encuentran atadas al no poder cumplir con sus necesidades económicas”.

Allende, por su parte, dijo que llegan llamadas de diversas poblaciones, “del adolescente, del adulto y el envejeciente. Son personas afectadas emocionalmente que no (necesariamente) tienen un trastorno de salud mental, pero de momento tuvieron una pérdida de la casa o del trabajo… me diagnosticaron una enfermedad… situaciones del día a día que la persona no sabe cómo trabajarlas”.

Indicó que las mujeres llaman más que los hombres, aunque hay muchas consultas de adultos de 30 años en adelante y otras muchas de la tercera edad. Estas últimas están relacionadas a la soledad que enfrentan las personas ya sea porque la red de apoyo se les fue del país, por una enfermedad o porque aun viviendo con familiares, no tienen comunicación diaria.

En cuanto a las llamadas de los adolescentes, la doctora dijo que “uno de los puntos más delicados (para ellos) es la pérdida de ese primer amor, que para nosotros le decimos, ‘no te preocupes, tu vas a tener otras novias’, pero para ellos es algo importante… pues tenemos que ser empáticos porque están pasando por ese proceso de duelo”.

Diversidad de llamadas

Roig aceptó que por mucho tiempo se pensó que la línea PAS era solo para atender personas con intentos suicidas. “La inmensa mayoría de nuestras llamadas no están relacionadas a suicidios a pesar de que reconocemos que hay un asunto de suicidio que atender y lo estamos haciendo”, dijo al mencionar que de las llamadas del 2017, un 28.48 % fueron relacionadas a intentos suicidas.

Precisamente sobre estos casos de pensamientos suicidas, la funcionaria destacó que para el año pasado se comenzó a ver un incremento de llamadas. A mayo de este año se han reportado 91 llamadas y para el año pasado a la misma fecha, la cifra era de 99, culminando el año con 253.

“El asunto del suicidio lo empezamos a ver desde enero (de 2017). No podemos aseverar que (el aumento) tenga una relación directa con el huracán (María) porque desde el mismo enero veíamos proyectarse un incremento de suicidios. Sí tenemos que reconocer que los números aumentan -según tazas- posterior al huracán, pero veníamos viendo que esto iba a ocurrir”, reiteró.

De su parte, Allende reconoció que en el caso de los suicidios y homicidios este “es un problema de salud pública a nivel mundial y sí ha habido un aumento (aquí)”.

Estadísticas de la Policía reflejan que en lo que va de año se han reportado siete suicidios.

Roig, mientras, dijo que les “preocupa que no haya más llamadas porque el número debería ser mayor por lo que estamos viendo; porque esto previenen muertes…”.

“La línea PAS en una herramienta rápida de acceso a servicios para problemas de adicciones, de problemas de alcohol, no necesariamente de una situación de salud mental, pero que la persona está inestable emcionalmente…”, sostuvo la funcionaria al agregar que también asisten a las víctimas de violencia doméstica.

Actualmente la línea PAS cuenta con 32 empleados -en tres turnos- que cuentan con doctorados en medicina o en sicología, o maestría en trabajo social, consejería profesional y en sicología.

“Es a traves de una línea que estamos tocando el alma de una persona, que estamos salvando vidas y toda palabra tiene que ser sanadora”, agregó Allende.

Assmca también tiene el Proyecto Anímate, en que el personal de la agencia va a las comunidades a identificar necesidades y canalizar servicios. Esto fue crucial para atender a los afectados luego del huracán María.

Las funcionarias urgieron a seguir llamando al 1-800-981-0023.