La presidenta de la Comisión de la Mujer del Senado, Maritere González, visitó las nuevas instalaciones del antiguo Centro de Tratamiento Social de Menores en Bayamón, que próximamente albergarán a las mujeres del país y aseguró que estas se ajustan al objetivo de rehabilitación.

“Como abogada y sobre todo como feminista, para mí es bien importante que estas mujeres sean ejemplos de rehabilitación, pero hay que proveer has herramientas y las facilidades. Ellas no logran rehabilitarse solas. Estoy convencida de que este traslado apunta a ese fin”, apuntó la senadora acompañada por el secretario interino del Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR), José Aponte Carro.

“Cambiar los paradigmas de la población penal es un reto y la realidad es que la Escuela Industrial de Mujeres de Vega Alta hace muchos años que cumplió con su cometido. Es la primera vez que se ve la voluntad y la puesta en marcha de un secretario a cargo de esta agencia”, agregó en un parte de prensa.

Las instalaciones son parte de un proyecto del DCR para mejorar las condiciones en que viven las confinadas, y a la vez, reducir gastos de la agencia.

Durante el recorrido, la senadora visitó las zonas de custodia mínima, mediana y máxima, así como las instalaciones recreativas y de servicios médicos para la población penal. 

“Estas instalaciones cuentan además con un área educativa, que para mí es primoridal, porque como bien lo dijo el educador Pablo Freire, ‘se educa para la libertad’. La idea es que cuando estas confinadas cumplan sus sentencias, regresen a la libre comunidad y se incorporen una vez hayan tenido las experiencias y la oportunidad de educación para integrarse a la sociedad”, explicó la también presidenta de la Comisión de Educación y Desarrollo del Individuo del Senado. 

González se comprometió con el personal del DCR a iniciar gestiones para ofrecer nuevos talleres educativos enfocados en la transformación personal, el liderazgo y la violencia contra las mujeres en todas sus manifestaciones para la población penal.

Con relación a las nuevas instalaciones correccionales, González celebró el hecho de que se ha hecho más con menos, “porque construir un nuevo edificio para la cárcel de mujeres hubiera costado más de $100 millones y con este traslado tan bien pensado, organizado y ejecutado, la inversión no supera $250,000”.