El Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) de Puerto Rico confirmó hoy que se han reportado, al momento, 787 nidos de tinglares -la tortuga más grande del mundo- en toda la isla.

Según precisó en un comunicado de prensa la secretaria del DRNA, Tania Vázquez Rivera, hasta la fecha, la mayoría de esos nidos se han reportado en Dorado, Maunabo, Luquillo-Fajardo con 201, 160 y 120 nidales, respectivamente.

"Estas son muy buenas noticias, pues a pesar de los cambios en el clima y las marejadas que tuvimos en los pasados meses, no hubo cambios significativos en las cifras de nidos", sostuvo Vázquez Rivera en el comunicado.

De los más de 700 nidos reportados, ocho han eclosionado, principalmente en las playas de Maunabo, Dorado y las del Corredor Ecológico del Noreste, los lugares que regularmente ocupan los primeros lugares con más nidos en todo Puerto Rico.

"Sí registramos erosión, lo que a su vez tiene un impacto en los nidos, pero esperamos un número mayor de neonatos a los de la temporada pasada", indicó la también presidenta de la Junta de Calidad Ambiental.

"La protección y cuidado de los nidos no sería posible sin la ayuda de los grupos tortugueros, personas voluntarias que se dedican a cuidar, vigilar y documentar todo el proceso con las tortugas marinas. Una vez más, su trabajo es esencial para que esta especie amenazada continúe llegando a nuestras costas", agregó.

El tinglar llega cada temporada a Puerto Rico entre los meses de marzo y agosto para anidar en playas con abundante arena y fuerte oleaje, indispensable para que estas tortugas, algunos de cuyos ejemplares superan los dos metros de longitud y los quinientos kilogramos de peso, puedan entrar y salir al mar.

Por su parte, el biólogo y coordinador del Programa de Especies Protegidas del DRNA, Carlos Diez, adelantó que el número de nidos aumentará, ya que "estamos en el pico de la anidación".

"Es importante que los bañistas tengan en cuenta que las playas las compartimos con otras especies, por lo que debemos siempre dejarlas limpias y no dejar basura que tanto daño causan a las tortugas marinas. El hecho de que se vea a una tortuga salir a la orilla a poner huevos, es un proceso natural y si las personas lo ven, deben dejarla tranquila", sostuvo.

Para asegurar que la temporada de tinglares continúe, el DRNA recomendó mantener las playas oscuras, pues la luz desorienta a las tortugas marinas, respetar las áreas marcadas como nidos, no hacer fogatas ni cabalgatas, no cortar la vegetación ni destruir dunas ni saquear arena, cargar la basura, no usar vehículos de motor, respetar la zona marítimo terrestre y reportar cualquier nido o eclosión al DRNA.

Según informó el DRNA, la temporada 2016 cerró con 1,895 nidos, y la del 2017 con 1,150.