“Salir del clóset” les valió a los pastores Juan Enrique Pérez y su esposa Yenán Silén ser víctimas del mayor de los rechazos.

No bien la pareja les reveló a los miembros de su iglesia, denominada Casa de Gracia, que apoyarían a la comunidad lésbica, gay, bisexual, transexual y transgénero (LGBTT), estos abandonaron la congregación y les dieron la espalda.

Como cualquier proceso de este tipo, atravesaron por un periodo de pérdida. Se trataba de personas que amaban y con las que habían cultivado relaciones de respeto.

Hace cuatro años que la pareja decidió asumir una visión inclusiva luego de cuestionarse porqué los miembros de la comunidad LGBTT, así como de otras denominaciones, no llegaban hasta su iglesia. “Descubrimos que se sentían rechazados y no dignos de estar allí”, contó Silén.

Fue entonces que decidieron adentrarse en la Biblia y entender cuál es, a su juicio, “lo que realmente está escrito es las Escrituras” en referencia a la comunidad gay. Hoy día la pareja se ha convertido en defensora en la búsqueda de equidad para el sector homosexual de la Isla, en parámetros como la protección de la Ley 54 y el derecho a contraer matrimonio.

“Casarse es un derecho humano, que la Iglesia quiera tener un modelo exclusivo eso es a decisión de cada denominación..., pero no debe haber una prohibición del Estado”, indicó la mujer. “La palabra matrimonio no es exclusiva de una iglesia. Es un contrato civil entre dos personas”.

El grupo, bajo el nombre de Movimiento Inclusivo Apoyo a la Comunidad (MIAC), marchará el lunes desde el parque Luis Muñoz Rivera hasta el Capitolio, a partir de las 10:00 a.m.