Como gallinas esqueléticas

Ciales. Su única esperanza es que llueva. Para esta misma fecha, José “Tony” La Luz González, un conocido agricultor cialeño, estaría recogiendo los frutos de miles de matas de plátanos que tiene sembradas en varios pedazos de su finca Hacienda La Aldea, ubicada en el barrio Frontón.

Sin embargo, el terrible periodo de sequía que ha afectado a varios municipios de la Isla, le robó esta oportunidad.

En su finca de alrededor de 270 cuerdas de extensión, La Luz González tiene varios sembradíos de plátanos, guineos, chinas y café.

Además mantiene decenas de ganado para la producción de carnes y leche.

Pero la sequía ha trastornado las expectativas de producción para este agricultor, que asegura depender enteramente de la lluvia pues no tiene sistema de riego para resolver.

Según contó, el año pasado pudo recoger un promedio de 650 quintales de café.

Este año, solamente pudo asegurar 25 quintales. Asimismo, indicó que más de 4 mil matas de plátanos no producirán la cosecha esperada.

“Yo llevo 12 años en esta finca y en ese tiempo nunca había visto una sequía como esta. Sí habían pasado, quizás, dos semanas o un mes… pero así como ahora, nunca. Casi todo lo que va del año ha sido de sequía. Han sido muy poco los aguaceros que han caído”, dijo La Luz González, quien estimó en más de un 75 por ciento las pérdidas de su finca.

“Ahora mismo tuve que salir de un montón de ganado… los tuve que dar como gallina flaca (barato) para evitar que se me murieran aquí”, agregó, al detallar que tuvo que ofrecer para la venta entre 30 a 40 cabezas de ganado.

Ante el difícil panorama, a La Luz González solo le queda esperar que llueva. “Aunque si viene bastante lluvia, me tomaría hasta un año poder recuperarme”, manifestó.

“Este es el sustento nuestro y de muchos padres de familia. Ver cómo se pierde el esfuerzo de uno duele pero son cosas de Dios, y ahí uno no puede hacer nada. Que llueva entonces cuando Dios quiera, aunque yo espero que sea pronto. Este año ha sido muy difícil”, puntualizó. (Gerardo G. Otero Ríos)

No hay heno para las reses

Los agricultores de las zonas montañosas de Peñuelas, Ponce, Juana Díaz, Coamo y Villalba, quienes dependen de la lluvia para mantener la producción de frutos como plátano, guineo y café, se han afectado durante los últimos meses por la  falta de precipitación, lo que equivaldría a una reducción de estos productos.

 “Las semillas de café no se están dando, puede reducirse hasta 30 por ciento (la producción)”, indicó Norberto Cruz, director de la región sur del Departamento de Agricultura.

El funcionario señaló que la ganadería es otra de las áreas afectadas por la sequía, dado a la escasez de heno para alimentar a las reses.

“El ganado de carne no tiene dónde pastorear por la sequía y por los fuegos forestales”, manifestó.

Adelantó que para evitar la muerte de los animales y para brindar un alivio en los altos costos, la agencia está otorgando un subsidio de emergencia para que los ganaderos puedan comprar alimentos concentrados.

La ayuda es de $10 por quintal de alimento.

Cruz indicó que hasta el momento los pozos que le suplen agua potable a la mayoría de las fincas de la región sur, excepto a las de las áreas montañosas,  cuentan con suficiente líquido para todos los agricultores.

Explicó que muchos de los agricultores de la región utilizan agua de sistemas de riego subterráneos, por lo que no se han visto afectados por el momento con la sequía.

“Los pozos pueden estar bien ahora pero tampoco sabemos por cuánto tiempo”, comentó el director regional, quien espera que los mismos no se contaminen.

Indicó que la preocupación principal con los sistemas de riego es que si surgiera una situación con el suplido del agua, entonces sí que se afectarían gravemente las cosechas, ya que es la única forma que tienen estos agricultores para regar sus siembras.

La región sur, que comprende desde Peñuelas hasta Salinas, tiene aproximadamente 300 agricultores activos. (Darisabel Texidor Guadalupe)

Menos plátanos pa' tostones

Yabucoa. A juzgar por la áridas condiciones del terreno y el tamaño de las plantas, este año la cosecha de plátanos no rendirá los frutos esperados para Gerardo Roldán, agricultor de Yabucoa, dedicado a la producción de este  farináceo.

La sequía de este año le ha pegado fuerte a Roldán, quien no tiene mucha esperanza en la producción de este año y augura una reducción de más de la mitad.

“Usualmente se producen 30 mil unidades (plátanos) por cuerda que se venden a 30 centavos, que son como $9,000, pero este año creo que va a haber una baja a más de la mitad. No espero sacar más de $3,000 si esto no mejora”, explicó Roldán al mostrar las plantas a medio crecer por la escasez de agua.

“Estoy implementando un sistema de riego pero es muy caro y no he podido terminarlo. Estoy esperando a ver si me dan el incentivo del Departamento de Agricultura (DA) para ver si logro salvar algo”, añadió.

El agricultor explicó que la sequía no solo afectará la cosecha de este año sino que también tendrá consecuencias para la del año entrante.

“Yo saco las semillas de lo mismo que siembro, osea, que si no se da mucho este año, no van a haber suficientes semillas para el año que viene y ahí es que uno tiene un gasto adicional”, dijo el agricultor.

Sin embargo, Roldán censuró  la poca atención que el Gobierno le da a los agricultores del este, enfocándose aparentemente más en los de las regiones oeste y sur. 

“(El Departamento de) Agricultura debería visitar más las fincas de este lado de la Isla porque se han enfocado solo en el sur y en el oeste cuando aquí también la sequía ha hecho estragos”, indicó el también ganadero, quien  aseguró que  Agricultura hasta el momento no ha visitado su finca para cuantificar las pérdidas.

“De un doctor o un mecánico tú necesitas como mucho una vez al mes, pero de un agricultor necesitas tres veces al día”, recalcó el obrero de la tierra al hacer énfasis en la importancia que tienen los agricultores en la producción de alimentos. (Agustín Criollo Oquero)

Las vacas sí están flacas

Lajas. La lluvia que cayó esta semana en la zona oeste no fue  suficiente para aplacar el daño ocasionado por la sequía que los agricultores han enfrentado por estos últimos siete meses en la zona de Lajas. 

El presidente de la Cooperativa de Agricultores del Suroeste, Harry Ramírez Zapata, aseguró que nada más en el Valle de Lajas hay ocho vaquerías, donde miles de reses han visto el impacto de estos meses secos.

También hay otros 26 agricultores de ganadería para carne -que cubren 11,451 cuerdas de terreno afectadas- y que han reportado 4,164 cabezas de ganado perdiendo peso.

“Por ejemplo en la carretera 324 cayó 1.6 pulgadas de lluvia, mientras que en la 323 -más hacia la costa- cayó solo una pulgada”, dijo el líder del agro en esa zona, quien también posee dos fincas de ganado y forraje.

“Básicamente es agua que se va a evaporar en dos días y no es mucho. Se está afectando la ganadería y los cultivos de esta zona”, sostuvo.

Ante este fenómeno que mantiene en vilo al Departamento de Agricultura, los trabajadores de la tierra permanecen preocupados “porque estamos saliendo del séptimo mes seco y los suministros de riego disminuyen. Los que no tienen riego, que tienen pozos, tampoco están pudiendo cubrir su necesidad”, acotó.    

Según Ramírez Zapata, la sequía disminuye la producción de leche, porque los animales, al perder capacidad corporal, pierden su condición y baja su producción de leche.

El ganado de carne también baja de peso y las vacas no tienen para amamantar a sus becerros. 

“El impacto fuerte para la carne del País se verá próximamente porque los ganaderos están vendiendo sus animales (porque no los pueden mantener) y terminando el año, es posible que no haya suficientes animales de matanza para carne. El efecto de esto se verá en un aumento al precio de la carne y un incremento de la importación”, advirtió.

De otra parte, señaló que también las siembras de guineo y plátano, hortalizas y otros productos, se han visto afectadas por la sequía. (Daileen Joan Rodríguez)