La secretaria de Recursos Naturales y Ambientales, Carmen Guerrero Pérez, evaluará próximamente qué efecto  han tenido, si alguno, las medidas adoptadas por la Autoridad de Energía Eléctrica  (AEE) y la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) para tratar de detener el descenso en los niveles de los acuíferos del sur.

Por lo pronto, no ha presionado el botón del pánico, ya que la actual falta de precipitación es típica de la temporada y los pronósticos meteorológicos apuntan a la normalización de las condiciones de lluvia a partir de mayo.

“Queremos ver qué efecto han tenido esas acciones. A finales de marzo esperamos tener el informe de cantidad de agua, en términos de niveles, y de calidad que presentan los acuíferos”, indicó Guerrero en entrevista con Primera Hora, al puntualizar que la proporción de intrusión salina es un elemento importante para determinar el estado de los acuíferos.

El informe no se había recibido ayer, y cuando llegue le tomará de una a dos semanas evaluarlo, comunicó la oficina de prensa de la agencia. 

Entre las medidas a las que la  funcionaria hizo referencia está la descarga de agua que la AEE realiza desde la represa de Patillas, a través de canales de riego, hacia el río Nigua, que es una fuente de recarga del acuífero de Salinas.

Esta acción, que comenzó en enero, surgió en respuesta al mandato del gobierno federal de bajar el nivel de ese embalse por cuestiones de seguridad.

Además, la AEE ha reducido el 50% de las extracciones en el acuífero de Salinas al tener fuera de operación la Unidad 2 de la Central Termoeléctrica Aguirre.

En descenso continuo

Por su parte, la AAA ha acortado el 33% de las extracciones en los acuíferos de Salinas, Santa Isabel, Juana Díaz y Ponce; mantiene un plan de reducción de las presiones de agua a los clientes de la zona y ha enfatizado la reparación de salideros.

Mientras esas iniciativas se han ejecutado, los  acuíferos de Salinas, Santa Isabel y Juana Díaz han continuado a la baja, y el de Ponce ha fluctuado pero se mantiene como el único en nivel óptimo, según el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS).

El USGS tiene cuatro pozos de referencia y, basado en sus niveles, categoriza el estado de los acuíferos.

La lectura de ayer reflejaba que el piezómetro Aguirre en Salinas tenía un nivel de 30.03 pies debajo del terreno, lo que mantiene el acuífero en estado crítico. 

El piezómetro Alomar Oeste de Santa Isabel, que ayer estaba en -16.46, entró recientemente a la categoría de ajustes operacionales.

El piezómetro JAC-6 de Juana Díaz se mantiene en observación con un nivel de -25.03 y el pozo Constancia en Ponce se encuentra en nivel óptimo con -10.08, luego de haber estado unos días en observación. 

“Tenemos que hacer el llamado al uso prudente del agua porque los acuíferos están mostrando señales de deterioro, sobreexplotación y no han logrado un balance entre lo que se extrae y se recupera”, advirtió Guerrero.

Cero racionamiento, por ahora

Tanto Guerrero  como el ingeniero Juan Rodríguez, subdirector de la Región Sur de la AAA, aseguraron en entrevistas por separado que la opción del racionamiento en esa zona no está sobre la mesa actualmente.  

“No podemos descartar el racionamiento, pero en la eventualidad de que se considere tendría que ser precedido por una declaración de emergencia, como ocurrió el año pasado”, explicó Rodríguez.