En cambio, el escenario esperanzador para todos los que apuestan al redesarrollo de la antigua base parece desmoronarse luego que el grupo de jóvenes que impulsó el proyecto ecoturístico retirara hace unos días la atracción principal del lugar – los dos columpios que colgaban de un árbol y que rozaban el agua, dándole un toque mágico al hermoso paisaje. 

“Nos vimos obligados, no tenemos otra opción. Nuestro compromiso principal es proteger la vida marina y el área y la gente no estaba cooperando. No había conciencia ambiental y estaban dejando basura por todos lados. También estaban provocando contaminación de audio y esos decibeles alejan los manatíes, delfines y tortugas que frecuentan esta playa”, cuenta con frustración Richard “Ricoro” Concepción, uno de los ocho jóvenes -entre 23 y 36 años- que el pasado mes de enero decidieron habilitar el área improvisando unas veredas, rotulando el camino y, por supuesto, colocando los dos columpios que fascinaron a la ciudadanía. El resto del grupo lo completan Melvin “Boro” García, Carlos Santiago, Eric “Eniquito” Torres, Adonay Velázquez, Iván Nieves, Alexis Leguillú y Heriberto Cruz.

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Precisamente Leguillú agregó que la iniciativa surgió luego que un desconocido -aparentemente un pescador de Humacao que frecuentaba el área- pusiera un columpio hace poco más de un año para entretener a su niño. Eso lo supo hace poco.

“Nosotros dijimos, coño, vamos a poner esto bien bonito… y ahí fue que en enero hicimos los letreros, pusimos unas varandas, colgamos los columpios y las banderas de Puerto Rico y de Ceiba y hasta hicimos unas escaleras de madera, entre otras cosas. También veníamos frecuentemente a sacar la basura. Pero en las últimas semanas no hubo conciencia. Había basura por todas partes y nos frustramos y quitamos todos”, detalló sobre la noticia que esta semana ha consternado a muchos en la Isla, quienes lamentan lo acontecido.

En cambio, aún cuando hubo malestar en el público, fueron pocos los que acudieron a la convocatoria que lanzó el colectivo para que todo aquel que pudiera visitara ayer el área para limpiar la basura arrojada. 

“Eso sí, tenemos que agradecer a un grupo de muchachos de Humacao, todos empleados del restaurante El Limón, que vinieron (el lunes) y limpiaron. Sacaron mucha, pero mucha basura y lo hicieron desinteresadamente cuando leyeron en redes sociales lo que estaba ocurriendo”, destacó Leguillú sobre el lugar que ayer fue visitado por residentes de Toa Alta y Juncos, quienes llegaron por curiosidad al lugar y quedaron fascinados. Todos prometieron llevarse la basura que generaron.

Otra que se unió al llamado fue la líder comunitaria ceibeña Daly Ávila, quien con rastrillo en mano ayudó a remozar las veredas y el improvisado estacionamiento que utilizan los visitantes. De hecho, este diario pudo percibir que fue, precisamente en esa área, donde más abundaba basura, aún cuando hay un contenedor de desperdicios sólidos.

Ávila aplaudió la iniciativa de los jóvenes y exhortó al director ejecutivo de la Autoridad para el Redesarrollo de Roosevelt Roads, Javier Rivera Aquino, a tomar en consideración reanudar la atracción que calificó como “de gran impacto económico” para el municipio de Ceiba.

“Estos muchachos han logrado hacer en esta área -con una inversión que no sobrepasa los $200- lo que la Autoridad no ha logrado en 13 años. Estamos hablando que de 50 personas que venían a visitar El Columpio, al menos 30 pasaban por el centro del pueblo. Esa gente que nos visitaba consumía en las gasolineras, en las panaderías y colmados. Mi hermano tiene un Guesthouse y recibió mucha gente en verano que se quedó solo por venir a esta área. Así de inesperado, pero positivo ha sido El Columpio”, detalló la líder comunitaria.

Agregó, incluso, que se creó un comité multisectorial conformado también por organizaciones cívicas, ambientales, culturales, sociales y de autogestión comunitaria, que le solicitaron una reunión a Rivera Aquino, mediante una carta que le fue enviada en el fin de semana.

La idea, abundó, es discutir posibles planes de redesarrollo para la zona, particularmente para Ceiba un municipio que, según una Encuesta Sobre la comunidad de Puerto Rico que realizó el buró del Censo de Estados Unidos, enfrenta que el 43.3% de sus habitantes vive bajo el nivel de pobreza. La misma encuesta reveló que la tasa de desempleo ronda el 12.2%. Y este panorama se complica tomando en consideración que el pueblo -ubicado en la costa este de Puerto Rico- ha perdido el 10% de su población en la primera mitad de esta década, según el Instituto de Estadísticas.

“Aquí hay oportunidad de hacer proyectos autosustentables. Estos jóvenes con una soga y dos pedazos de madera lo han demostrado. Sólo hace falta interés del Gobierno. Ni siquiera se trata de una gran inversión. Por ejemplo, podrían habilitar un estacionamiento y cobrar por el mismo. Igual podrían cobrar por el uso de unos baños portátiles. También podrían permitir en un área cerca que dos concesionarios vendan frappes y comida. Y, que si se da, consideren a estos mismos muchachos para que trabajen en el área vigilando que todo transcurra en orden y de manera organizada, como debe ser. Ese salario se pagaría con lo mismo que se genere”, manifestó.

Tras una petición de Primera Hora, el director ejecutivo de la Autoridad para el Redesarrollo de Roosevelt Roads reaccionó a los hechos ocurridos en la zona marítimo terrestre, cuyo acceso únicamente se da a través del gate que ubica en la entrada principal de la base y donde un guardia es el que provee acceso a los visitantes. De hecho, según los propulsores de El Columpio, la data recopilada por los guardias de seguridad, confirman que durante los últimos fines de semana llegaban a la zona sobre 5,000 personas.

En expresiones escritas Rivera Aquino respaldó la determinación que tuvo la comunidad para remover los columpios, en miras de proteger el recurso natural.

“Aplaudimos la cooperación de las comunidades que se encargaron de dejar el área ecológica libre de basura”, manifestó.

De otra parte, el funcionario dijo que, precisamente ayer recibió la carta enviada por el Comité Multisectorial al que pertenece Ávila y se comprometió a poner en agenda la petición.

“Estamos auscultando fechas para reunirnos con cada uno de los grupos y atender sus preocupaciones”, expresó.