Si Bertha no trae agua suficiente para posponer el inicio de las interrupciones del servicio, a la población no le quedará más alternativa que seguir con los preparativos físicos y mentales de disponer de agua en días alternos.

El vicepresidente de operaciones de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), Francisco Martínez, señaló ayer que el racionamiento pudo, incluso, haber empezado antes pero se postergó por la “flexibilidad que tenemos en la estructura”. Con eso se refirió a que extraen más o menos agua según donde más lluvia se reciba.

Aunque en la agencia están concientes de que cuando avisan de un plan de racionamiento la gente tiende a almacenar más de la cuenta, Martínez señaló que no han notado que baje dramáticamente el nivel de las represas por esa razón.

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“Estos racionamientos son en periodos de un día sí y uno no, y puedes hacer tus planes de coger tres o cuatro galones de agua por persona”, expresó para rechazar la necesidad de acumular más de la necesaria.

Del agua que se pueda perder por evaporación, el ingeniero dijo que es mínima. “Nosotros tenemos un número de producción que no se saca todos los días pero el factor evaporación no es significativo”, aseguró.

El funcionario aclaró, además, que no toda el agua “no facturada”  se pierde. Una parte sí es utilizada legalmente, como la de Bomberos o la que se usa para limpiar los tanques de las plantas de tratamiento de la agencia.

“El asunto de agua no facturada es como si fuera un maratón de atletismo. Tienes que ser constante para reducir esos números”, subrayó.