Smith & Wesson 45, serie TAV-9130, robada en 1984.

La más codiciada, por la que muchos estarían dispuestos a pagar lo que sea y hasta ofrecer un cheque en blanco.

¿Que de qué se trata? De la pistola que el legendario prófugo de la justicia Francisco Antonio García López, alias “Toño Bicicleta”, le robó en medio de sus andanzas al alcalde del montañoso pueblo de Maricao, Gilberto Pérez Valentín.

En medio de sus andanzas por los montes de Puerto Rico, el criminal hurtó la pistola del Ejecutivo Municipal de la residencia donde éste vivía.

Pérez Valentín nunca imaginó que su pistola Smith & Wesson 45 iba a estar en manos de Toño Bicicleta, pero fue en la mañana del 29 de noviembre de 1995 cuando García López murió en un enfrentamiento con las autoridades en el sector Arbona, del poblado Castañer, en Lares, cuando el arma de fuego fue recuperada en la parte posterior de su cintura.

La vida criminal de Toño Bicicleta comenzó en 1968, cuando era agricultor y asesinó a machetazos a su esposa, Gloria Soto, y fue sentenciado a 185 años de prisión.

A los dos años escapó y cuatro años después fue arrestado en el barrio Guaraguao en Bayamón. Estuvo preso en el campamento penal Sabana Hoyos en Arecibo, hasta 1981, cuando nuevamente escapó.

En 1987 secuestró a Dahiana Pérez Lebrón tras asesinar al novio de ésta, Luis Rodríguez, y la mantuvo con él por ocho años, hasta el momento de su captura y muerte a manos del agente de la Policía estatal Luis Rosa Merced.

“Si hacemos un recuento, en el 1984, yo vivía en esta finca El Cerro, en el Monte del Estado, y llegué una tarde para notar que a la puerta le habían sacado la ventana y, cuando entro, me percato que se habían llevado la pistola, una colección de monedas de plata, alimentos enlatados, linternas, baterías, un martillo, machetes, entre otros”, rememoró el Alcalde.

Lo menos que Pérez Valentín se imaginó fue que había sido el famoso Toño Bicicleta quien le robó y siempre tuvo la esperanza de que su pistola aparecería en algún momento.

Curiosamente, cuando mataron al escurridizo criminal, Pérez Valentín acudió al lugar de los hechos y escuchó a unos policías mencionar que al occiso le incautaron una pistola 45. “Le dije a uno de los policías: ‘Esa pistola es la mía y la serie es TAV-9130’”, comentó. Cuando llamaron al cuartel de Maricao al registro de armas, le corroboraron que esa pistola pertenecía a Pérez Valentín, pero no fue hasta dos años después que la pudo recuperar, contó a Primera Hora.

Por tratarse de una pistola que estuvo durante 11 años en manos de uno de los prófugos de la justicia más buscados y más reconocidos de la historia reciente de Puerto Rico, las ofertas de compra han sido innumerables, pues es, sin duda, una pieza de coleccionista.

“Fui a Mayagüez, a donde un armero se enamoró de ella, porque no habían muchas en Puerto Rico y, cuando le dije que como esa pistola no habrá otra jamás porque había estado en las manos de Toño Bicicleta, me dio un cheque en blanco para que yo le pusiera el precio que quisiera”, recordó el maricaeño.

Explicó que, cuando le contó la historia al armero de cómo fue que esa pistola llegó a las manos de Toño Bicicleta, insistió en que se la vendiera. El Ejecutivo Municipal le reiteró que no, por su valor histórico.

“Siguió insistiendo el armero y le dije: ‘Me puede dar $100 mil y no te la voy a vender’. Fue tan valiente que me dio un cheque en blanco para que pusiera la cantidad que yo quisiera y le volví a decir que no se la iba a vender”, recordó.

Aseguró que todavía hay personas que continúan haciéndole acercamientos, pero, para Pérez Valentín, esa pistola no tiene precio.