Pedro A. Torres lo más que anhela es regresar a su querido Arecibo para estar cerca de los suyos y pasar el trago amargo que enfrenta con un padecimiento de leucemia.

El policía Torres, de 34 años, se encuentra en Estados Unidos a donde viajó junto a su esposa e hijos para que le realizaran un transplante de médula ósea.

“El  trasplante era su cura y no le funcionó y tenemos que regresar, porque si le pasa algo aquí no puedo hacer nada porque estoy sola por acá”, dijo  Gail Tamara Saleh, esposa del agente.

Explicó que hace  2 años a su esposo  le diagnosticaron  un tipo de leucemia que podía ser tratada con medicamentos. A los dos meses le hicieron otra biopsia y descubrieron que “le empezó otra leucemia, AML, que es más agresiva y la única cura era el trasplante de médula”.

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Aunque hicieron las gestiones para que se realizara el procedimiento mucho antes, este se atrasó por los problemas de pago que tiene la reforma en la Isla.

Por eso, sus compañeros de la Unidad Motorizada de San Juan realizaron  actividades para poder sufragar los gastos de viaje de la familia.

Así, llegaron a  Tampa, Florida   a vivir en casa de una hermana y en  dos meses le dieron  el Medicaid.

“Cuando Pedro llegó  al hospital Moffitt Cancer Center  ya  tenía la leucemia bien adelantada y para hacerle el trasplante tenía que entrar en remisión”, indicó la joven.

Una vez lo logra, y luego de un tratamiento con unos medicamentos muy costosos, en enero 7  le hacen el trasplante. Su  hermano fue el donante.

“Hace un par de semanas, él empezó con dolores y  nos dieron la noticia  de que la leucemia había regresado. Ya el doctor nos había orientado que si la leucemia regresaba ya ellos no podían hacer nada que estuviera en sus manos”, expresa emocionada.

“La cura era el trasplante. La leucemia tenía un año para regresar y él lleva como 6 meses con el trasplante, así que  regresó mucho antes”, agregó.

Actualmente la familia está en una casa alquilada  y que pagan con el trabajo que consiguió Gail en una tienda por departamentos y el de su hijo de 20 años en un negocio de comida rápida. 

Pedro estaba recibiendo una ayuda del gobierno federal pero se la quitaron cuando a Gail le aumentaron las horas de trabajo.

El uniformado  tiene una cita el lunes y otra el miércoles, próximos. Pero la familia quiere regresar a la Isla. Por eso están recabando la ayuda del pueblo y de los compañeros policías de Pedro, para poder comprar los pasajes.

Además de lo económico, la  pareja que tiene un hijo de 3 años pide oración.

“ Oración es lo más que necesitamos, que Dios nos escuche”,  dijo sollozando Gail quien  comentó que el galeno que lo atiende le dijo: “Pedro, yo te estoy hablando médicamente, de lo que yo estudié por años, pero yo los planes que el Señor tenga contigo no los sé; eso lo sabe sólo el Señor. Yo te puedo decir que el trasplante no te funciona pero yo no sé si Dios te vaya a sanar”. 

Gail confía en que Dios va a sanar a Pedro.

Hermana de sangre azul

Ednita Hernández es compañera de Pedro en la Unidad Motorizada.

“Cuando le diagnosticaron cáncer otra vez él dijo que quería volver a Puerto Rico para estar con su familia y su otro hijo aquí,  por eso es que lo queremos traer”, destacó.

Los que quieran ayudar a esta familia lo pueden hacer a través de ATH Móvil al 787-235-8612.

La agente dijo que los donantes deben especificar que la ayuda es para Pedro. Los compañeros policías le pueden entregar el dinero a la mano a Hernández y ella se lo hará llegar a la familia.

“Pedro no está recibiendo absolutamente nada de la Policía. Él se tuvo que ir con una licencia sin sueldo”, agregó la uniformada.