Soplan más vientos de controversia
Surge polémica en el país desde que los parques de energía eólica han sido propuestos para lugares vírgenes.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
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¿Qué vale más: generar energía con viento o proteger las tierras de alto valor ecológico, agrícola o turístico? Esta es la polémica que ha surgido en el país desde que los parques de energía eólica han sido propuestos para lugares vírgenes.
El más reciente caso lo componen los cinco molinos planteados por Windmar Renewable Energy, Inc., y Puerto Rico Land and Fruit, SE, del desarrollador Víctor González, para el área de la playa Flamenco, en Culebra.
“Lo que se está viendo es una visión no planificada para lograr energía renovable. No se ha hecho un examen sobre cuál es el lugar idóneo, no se ha hecho el ejercicio. Vemos en Guayanilla que el proponente del proyecto para Punta Ventana y Punta Verraco lo ha hecho para el área de amortiguamiento del Bosque Seco de Guánica. Todo está respondiendo al interés privado y no al proceso de planificación pensada”, advirtió la planificadora ambiental Carmen Guerrero.
En los planes de ordenamiento territorial de Culebra, la playa Flamenco es la joya del desarrollo económico por sus condiciones naturales. Eso la ha llevado a que, a nivel internacional, sea reconocida como un baluarte de turismo de naturaleza.
“Entonces, ¿por qué romper con el medioambiente y con el paisaje y afectar la experiencia de los turistas y de los puertorriqueños que queremos disfrutar de ella?”, cuestionó.
Para los culebrenses, la propuesta del proyecto eólico se ha convertido en un dolor de cabeza, según explicó la portavoz del grupo Unidad Comunitaria por Culebra, Digna Feliciano.
“Nosotros vivimos del turismo. Flamenco es una de las playas más bellas del mundo. Además, nos preocupa que allí hay municiones que dejó la Marina y que no sabemos todavía si son susceptibles a explosiones. El escenario de la playa se vería horrible y entendemos que la altura de los molinos pudiera afectar el tránsito de aviones. Nos tienen que informar a los culebrenses sobre esos planes”, dijo Feliciano.
Para el ingeniero mecánico Luis Silvestre, portavoz de la Coalición Pro Bosque Seco Ventana Verraco, el ejercicio para la ubicación correcta de estos proyectos no debe ser tan complicado.
Según el perito, lo que sucede es que los proyectos de energía renovable requieren mucha extensión territorial.
“Por lo tanto, la primera alternativa son los terrenos menos apropiados porque son los más baratos, pues tienen un pobre potencial de desarrollo para viviendas o industrias. Los hace atractivos para la energía renovable, pero son de alto valor agrícola, ecológico”, aseguró.
Para el ingeniero y conservacionista Frank González, la pérdida del patrimonio natural, como pudiera suceder en Flamenco, ocurre “debido al abandono y negligencia gubernamental, tanto a nivel estatal y municipal, como ocurre con el mal manejo del vertedero municipal, las escorrentías de fango y otros contaminantes hacia el mar debido a obras y proyectos insustentables en zonas sensitivas”.
El ambientalista informó que “además de la distinguida bandera azul, esta región de Culebra perdió una subespecie de la cotorra puertorriqueña (Amazona vittata gracilipes) y al lagartijo gigante de Culebra (Anolis roosevelti), el cual no se ha vuelto a encontrar desde hace décadas”.
Para González, “la insensible alteración del paisaje natural y desmonte mediante la proliferación de estructuras, torres y carreteras en los cerros de Punta Flamenco, tales como pretende el propuesto proyecto industrial eólico de la empresa Windmar, perjudica y desmerece aún más este frágil balance de condiciones. Ante tanta insensibilidad y degradación, ¿hasta cuándo y cuánta carga adicional playa Flamenco y su entorno podrán soportar sin perder su extraordinaria e indescriptible belleza antes de convertirse en un recuerdo?”, advirtió el ambientalista.
El desarrollador Víctor González, de Puerto Rico Land and Fruit, SE, y de Windmar Renewable Energy, Inc., ante las denuncias y quejas de los grupos opositores, argumentó que para los “gustos se hicieron los colores”.
González, ¿los cinco molinos que propone en Culebra son compatibles con el valor escénico, económico y turístico del área?
Yo creo que sí... Te envío una foto del molino que la NASA instaló en esta misma propiedad en los años 70 y las turbinas que instaló la Bacardi frente al Morro y la entrada de San Juan. Esto es un issue de lindo o feo y para los “gustos se hicieron colores”.
De acuerdo con González, los molinos abaratarían el costo de electricidad en la isla municipio, incluso evitaría tener que traer la electricidad por un cable submarino.
“Con la energía de los molino, Culebra podría ser 100% sustentable, ya que también se puede prender la desalinizadora y generar el agua potable con el viento”, agregó.
“La Bacardi, cuyo nombre vale billones de dólares, puso molinos frente al Morro al lado del fortín El Cañuelo. Los tours de la Bacardi no han recibido ninguna queja, todo lo contrario, las personas que visitan la Bacardi están encantados con los molinos y la imagen positiva que da”, aseguró.
En Guayanilla, usted obtuvo todos los permisos de construcción para el parque eólico. No obstante, hace meses no ocurre nada en el lugar. ¿Cuál es el estatus de ese proyecto?
El proyecto sigue hacia adelante, se aguantaron los trabajos en espera de que el USFWS nos enmiende el permiso para dos especies amenazadas que aparecieron en el área de Ventana. Grupos conservacionistas han planteado que el sapo concho, así como el guabairo, se verán afectados por la construcción de dichos molinos.